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1 Pedro 2:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 Así dice la Escritura: «Miren, yo pongo en Sión una piedra angular escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Como dicen las Escrituras: «Pongo en Jerusalén una piedra principal, elegida para gran honra, y todo el que confíe en él jamás será avergonzado».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Dice la Escritura: Yo voy a colocar en Sión una piedra angular, escogida y preciosa: quien se afirme en ella no quedará defraudado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Por lo cual contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión una piedra angular,° escogida, preciosa; El que cree en ella, no será avergonzado.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Por eso está escrito: Mirad que estoy cimentando en Sión una piedra, una piedra probada, angular, preciosa: quien crea en ella no vacilará.

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1 Pedro 2:6
27 Referencias Cruzadas  

Pero su arco se mantuvo firme y sus brazos fueron ágiles. ¡Gracias al Poderoso de Jacob, al Pastor y Roca de Israel!


Que sean avergonzados y confundidos todos los que tratan de matarme. Que retrocedan humillados todos los que desean mi ruina.


Una vez hablaste en una visión y dijiste a tu pueblo fiel: «Le he brindado mi ayuda a un valiente; al mejor hombre del pueblo he exaltado.


Por eso dice el Señor y Dios: «Miren, yo pongo en Sión una piedra probada, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que crea no se tambaleará.


»Todos los que se enfurecen contra ti sin duda serán avergonzados y humillados; los que se te oponen serán como nada, como si no existieran.


»Este es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu y llevará justicia a las naciones.


Mi justicia no está lejana; mi salvación ya no tarda. ¡Estoy por traerlas! Concederé salvación a Sión y mi esplendor a Israel.


Por cuanto el Señor y Dios me ayuda, no seré humillado. Por eso endurecí mi rostro como el pedernal y sé que no seré avergonzado.


»No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no recordarás más la deshonra de tu viudez.


Pero antes de eso, te diré lo que está escrito en el Libro de la Verdad. En mi lucha contra ellos, solo cuento con el apoyo de Miguel, el príncipe de ustedes.


De Judá saldrán la piedra angular y la estaca de la tienda de campaña, el arco de guerra y todo gobernante.


«Este es mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien me deleito; sobre él pondré mi Espíritu y proclamará justicia a las naciones.


¿No han leído ustedes esta Escritura: »“La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular.


Mirándolos fijamente, Jesús les dijo: —Entonces, ¿qué significa esto que está escrito: »“La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular”?


La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él. —Salvó a otros —decían—; que se salve a sí mismo si es el Cristo de Dios, el Escogido.


De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva.


«Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura que, por boca de David, había predicho el Espíritu Santo en cuanto a Judas, el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús.


Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será defraudado».


Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que vivamos en santidad y sin mancha delante de él. En amor


edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular.


Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia,


Cristo es la piedra viva, desechada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él,


y también: «una piedra de tropiezo y una roca que hace caer». Tropiezan al desobedecer la palabra, para lo cual estaban destinados.


Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie.


En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras para su propia perdición.


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