Salmos 88:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹¹ 11 (12) Allá en el sepulcro, donde termina la vida, no hay quien hable de tu amor ni de tu fidelidad.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en el Abadón?

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ ¿Pueden anunciar tu amor inagotable los que están en la tumba? ¿Pueden proclamar tu fidelidad en el lugar de destrucción?

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ ¿Se hablará de tu bondad entre los muertos, de tu lealtad donde todo está perdido?

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ ¿Se anunciará en el sepulcro tu misericordia, Y tu fidelidad en el Abadón?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ ¿Haces, acaso, prodigios con los muertos, o se yerguen los difuntos a alabarte? Selah

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹¹ ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en la destrucción?

Salmos 88:11 Referencias Cruzadas

Job 21:30

Los malvados siempre se libran del castigo de Dios.

Job 26:6

De Dios nadie puede esconderse, ni siquiera la muerte destructora.

Salmos 6:6

6 (7) ¡Ya estoy cansado de llorar! Por las noches lloro tanto que mis lágrimas empapan mi almohada.

Salmos 73:18

Dios los ha puesto en peligro, y van hacia su propia desgracia.

Proverbios 15:11

Para Dios no están ocultos la tumba ni la muerte, ni tampoco nuestros pensamientos.

Isaías 26:19

Pero somos tu pueblo, y aunque estemos destruidos, volveremos a vivir. Tú llenarás de vida y alegría a esta nación sin vida.

Ezequiel 37:3

Entonces Dios me dijo: —Ezequiel, hombre mortal, ¿crees que estos huesos puedan volver a la vida? Yo le respondí: —Dios mío, solo tú lo sabes.

Mateo 7:13

»Es muy fácil andar por el camino que lleva a la perdición, porque es un camino ancho. ¡Y mucha gente va por ese camino!

Romanos 9:22

Algo parecido ha hecho Dios. Ha querido dar un ejemplo de castigo, para que todo el mundo conozca su poder. Por eso tuvo mucha paciencia con los que merecían ser castigados y destruidos.

2 Pedro 2:1

En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por Dios, sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y peligrosas, sin que ustedes se den cuenta, y hasta dirán que Jesucristo no es capaz de salvar. Por eso, cuando ellos menos lo esperen, serán destruidos por completo.