Apocalipsis 10:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

² En su mano llevaba un librito abierto. Cuando el ángel se detuvo, puso el pie derecho sobre el mar y el pie izquierdo sobre la tierra.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

² Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

Biblia Nueva Traducción Viviente

² En la mano tenía un rollo pequeño que había sido abierto. Se paró con el pie derecho sobre el mar y el pie izquierdo sobre la tierra,

Biblia Católica (Latinoamericana)

² En la mano tenía un librito abierto. Colocó el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra

La Biblia Textual 3a Edicion

² y tenía en su mano un pequeño rollo abierto; y poniendo su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Llevaba en la mano un rollo pequeño, abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Y tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

Apocalipsis 10:2 Referencias Cruzadas

Salmos 2:8

¡Pídeme lo que quieras! Te daré como herencia las naciones; ¡todo el mundo será tuyo!

Salmos 65:5

5 (6) Nuestro Dios y salvador, tú nos respondes dándonos la victoria. Gente de pueblos lejanos pone en ti su confianza. Así hacen los que viven más allá del mar.

Isaías 59:19

»Al ver el poder de Dios, todo el mundo temblará de miedo, porque Dios vendrá con la furia de un río desbordado, y empujado por un fuerte viento.

Mateo 28:18

Pero él se acercó y les dijo: «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.

Apocalipsis 10:5

El ángel que se había detenido sobre el mar y sobre la tierra levantó al cielo su mano derecha,

Apocalipsis 6:1

En el momento en que el Cordero rompía el primero de los siete sellos, oí que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno: «¡Acércate!»

Apocalipsis 6:3

Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí que decía el segundo de los seres vivientes: «¡Acércate!»