Salmos 41:12 - Biblia Torres Amat 1825

¹² Porque tú me has tomado bajo tu protección a causa de mi inocencia, y me has puesto en lugar seguro ante tu acatamiento por toda la eternidad.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Has preservado mi vida porque soy inocente; me has traído a tu presencia y eso es para siempre.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Tú me asistirás, Señor, porque no hay falta en mí, y me mantendrás en tu presencia para siempre.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, Y me afirmarás en tu presencia para siempre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² En eso sabré yo que me tienes en tu gracia, si no puede mi enemigo cantar victoria sobre mí.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has afirmado delante de tu rostro para siempre.

Salmos 41:12 Referencias Cruzadas

Job 36:7

No apartará nunca su vista del justo; él es quien coloca sobre firme trono a los reyes, y por él son ensalzados.

Salmos 16:11

Me hiciste conocer las sendas de la vida; me colmarás de gozo con la vista de tu divino rostro; en tu diestra se hallan delicias eternas.

Salmos 17:15

Pero yo compareceré en tu presencia con la justicia de mis obras; y quedaré plenamente saciado, cuando se me manifieste tu gloria.

Salmos 25:21

Los inocentes y justos se han unido conmigo, porque yo esperé en ti.

Salmos 30:2

¡Oh Señor Dios mío!, yo clamé a ti, y me diste la salud.

Salmos 34:15

El Señor tiene fijos sus ojos sobre los justos, y atentos sus oídos a las plegarias que le hacen.

Salmos 37:17

Porque los brazos de los pecadores serán quebrantados; al paso que el Señor sostiene a los justos.

Salmos 63:8

En pos de ti va anhelando el alma mía; me ha protegido tu diestra.

Salmos 94:18

Si yo, ¡oh Señor!, te decía: Mi pie va a resbalar, acudía a sostenerme tu misericordia.

Juan 17:24

¡Oh Padre!, yo deseo ardientemente que aquellos que tú me has dado, estén conmigo allí mismo donde yo estoy para que contemplen mi gloria, cual tú me la has dado; porque tú me amaste desde antes de la creación del mundo.