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Lucas 5:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

25 Al instante se levantó a la vista de todos, tomó la camilla en que había estado acostado y se fue a su casa alabando a Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

25 Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Al instante, delante de todos, el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Y al instante el hombre se levantó a la vista de todos, tomó la camilla en que estaba tendido y se fue a su casa dando gloria a Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y al instante, levantándose a la vista de ellos, tomó aquello° en que yacía y se fue a su casa glorificando a Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 E inmediatamente se levantó delante de ellos, tomó la camilla en que había estado tendido y se marchó a su casa, glorificando a Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Y al instante, se levantó en presencia de ellos, y tomando el lecho en que había estado acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.

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Lucas 5:25
12 Referencias Cruzadas  

Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir.


porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme.


Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación».


Al ver esto, la multitud se llenó de temor y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales.


Él se levantó, tomó su camilla en seguida y salió caminando a la vista de todos. Ellos se quedaron asombrados y comenzaron a alabar a Dios. ―Jamás habíamos visto cosa igual —decían.


Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.


Al instante recobró la vista. Entonces, glorificando a Dios, comenzó a seguir a Jesús, y todos los que lo vieron daban alabanza a Dios.


Jesús extendió la mano y tocó al hombre. ―Sí, quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante se le quitó la lepra.


Por segunda vez llamaron los judíos al que había sido ciego, y le dijeron: ―¡Da gloria a Dios! A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.


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