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Apocalipsis 18:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 Cuando los reyes de la tierra que cometieron adulterio con ella y compartieron su lujo vean el humo del fuego que la consume, llorarán de dolor por ella.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Y los reyes del mundo que cometieron adulterio con ella y disfrutaron de todos sus lujos, se lamentarán por ella cuando vean el humo que sube de sus restos carbonizados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Llorarán y harán duelo por ella los reyes de la tierra que con ella se acostaban y lo pasaban bien cuando vean la humareda de su incendio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y los reyes de la tierra que fornicaron y vivieron en lujuria con ella, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean la humareda de su incendio,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Llorarán y plañirán por ella los reyes de la tierra, los que con ella fornicaron y se entregaron al lujo, cuando vean la humareda de su incendio,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vean el humo de su incendio,

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Apocalipsis 18:9
24 Referencias Cruzadas  

Volvió la mirada hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que de la tierra subía humo, como de un horno.


Se alegrará el justo al ver la venganza, al empapar sus pies en la sangre del impío.


Babilonia, la perla de los reinos, la gloria y el orgullo de los caldeos, quedará como Sodoma y Gomorra cuando Dios las destruyó.


Porque Tofet está preparada desde hace tiempo; está dispuesta incluso para el rey. Se ha hecho una pira de fuego profunda y ancha, con abundancia de fuego y leña; el soplo del Señor la encenderá como un torrente de azufre ardiente.


Será como cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra, y a sus ciudades vecinas; allí nadie volverá a vivir, ni la habitará ningún ser humano —afirma el Señor—.


Tiembla la tierra por la estruendosa caída de Babilonia; resuenan sus gritos en medio de las naciones.


Pero de pronto Babilonia cayó hecha pedazos. ¡Gemid por ella! Traed bálsamo para su dolor; tal vez pueda ser curada.


Por ti están horrorizados todos los habitantes de las costas; sus reyes tiemblan de miedo, y en su rostro se dibuja el terror.


y que fuertemente me gritaba: “¡Derriba el árbol y córtale las ramas; arráncale las hojas y esparce los frutos! ¡Haz que las bestias huyan de su sombra, y que las aves abandonen sus nidos!


Toda ella será un desperdicio ardiente de sal y de azufre, donde nada podrá plantarse, nada germinará, y ni siquiera la hierba crecerá. Será como cuando el Señor destruyó con su furor las ciudades de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín.


No incluyas en esa lista a las viudas más jóvenes, porque cuando sus pasiones las alejan de Cristo, les da por casarse.


El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su nombre».


Con ella cometieron adulterio los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su inmoralidad».


Al ver el humo del fuego que la consume, exclamarán: «¿Hubo jamás alguna ciudad como esta gran ciudad?»


¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido! ¡Alegraos también vosotros, santos, apóstoles y profetas!, porque Dios, al juzgarla, os ha hecho justicia».


Porque todas las naciones han bebido el excitante vino de su adulterio; los reyes de la tierra cometieron adulterio con ella, y los comerciantes de la tierra se enriquecieron a costa de lo que ella despilfarraba en sus lujos».


En la medida en que ella se entregó a la vanagloria y al arrogante lujo, dadle tormento y aflicción; porque en su corazón se jacta: “Estoy sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás”.


Y volvieron a exclamar: «¡Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos».


Por eso la voy a postrar en un lecho de dolor, y a los que cometen adulterio con ella los haré sufrir terriblemente, a menos que se arrepientan de lo que aprendieron de ella.


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