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2 Samuel 7:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

13 Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su trono real para siempre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 El me construirá una casa y yo, por mi parte, afirmaré su trono real para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Él edificará casa a mi Nombre y Yo afirmaré el trono de su reino para siempre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Él edificará una casa a mi nombre, y yo afirmaré el trono de su reino para siempre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

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2 Samuel 7:13
39 Referencias Cruzadas  

El cetro no se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey, quien merece la obediencia de los pueblos.


»El Señor da grandes victorias a su rey; a su ungido David y a sus descendientes les muestra por siempre su gran amor».


Tu casa y tu reino durarán para siempre delante de mí; tu trono quedará establecido para siempre”».


»Señor Todopoderoso, Dios de Israel, tú le has revelado a tu siervo el propósito de establecerle una dinastía, y por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica.


El Señor me ha establecido firmemente en el trono de mi padre, y conforme a su promesa me ha dado una dinastía. Por tanto, tan cierto como que él vive, ¡juro que hoy mismo Adonías morirá!»


y el Señor cumplirá esta promesa que me hizo: “Si tus descendientes cuidan su conducta y me son fieles con toda el alma y de todo corazón, nunca faltará un sucesor tuyo en el trono de Israel”.


En cambio, yo seré bendecido, y el trono de David permanecerá firme para siempre en presencia del Señor.


Por lo tanto, me propongo construir un templo en honor del Señor mi Dios, pues él le prometió a mi padre David: “Tu hijo, a quien pondré en el trono como sucesor tuyo, construirá el templo en mi honor”.


«Ya que estás construyendo este templo, quiero decirte que, si andas según mis decretos, y obedeces mis leyes y todos mis mandamientos, yo cumpliré por medio de ti la promesa que le hice a tu padre David.


y yo te he construido un excelso templo, un lugar donde habites para siempre».


y dijo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido ahora lo que con su boca le había prometido a mi padre David cuando le dijo:


Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en mi honor”.


Construyó altares en el templo del Señor, lugar del cual el Señor había dicho: «Jerusalén será el lugar donde yo habite».


Tomó la imagen de la diosa Aserá que él había hecho y la puso en el templo, lugar del cual el Señor había dicho a David y a su hijo Salomón: «En este templo en Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel, he decidido habitar para siempre.


Pero el Señor no quiso destruir a Judá, por consideración a su siervo David, pues le había prometido mantener encendida para siempre una lámpara para él y sus descendientes.


Ten presente que el Señor te ha escogido para que le edifiques un templo como santuario suyo. Así que ¡anímate y pon manos a la obra!»


Construyó altares en el templo del Señor, lugar del cual el Señor había dicho: «En Jerusalén habitaré para siempre».


»Y ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también la promesa que le hiciste a tu siervo, mi padre David, cuando le dijiste: “Si tus hijos observan una buena conducta, viviendo de acuerdo con mi ley como tú lo has hecho, nunca te faltará un descendiente que ocupe el trono de Israel en mi presencia”.


Cuida siempre de los justos; los hace reinar en compañía de reyes y los exalta para siempre.


Que su nombre perdure para siempre; que su fama permanezca como el sol. Que en su nombre las naciones se bendigan unas a otras; que todas ellas lo llamen dichoso.


Mi mano siempre lo sostendrá; mi brazo lo fortalecerá.


Afirmaré su dinastía y su trono para siempre, mientras el cielo exista.


“Estableceré tu dinastía para siempre, y afirmaré tu trono por todas las generaciones”». Selah


Así dice el Señor: «En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré, y haré de ti un pacto para el pueblo, para que restaures el país y repartas las propiedades asoladas;


Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.


Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor Todopoderoso.


Porque así dice el Señor: “Nunca le faltará a David un descendiente que ocupe el trono del pueblo de Israel.


Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Ellos, sus hijos y sus nietos vivirán allí para siempre, y mi siervo David será su príncipe eterno.


»En los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos.


Y le dirás a Josué de parte del Señor Todopoderoso: »“Este es aquel cuyo nombre es Renuevo, pues echará renuevos de sus raíces y reconstruirá el templo del Señor.


Él reconstruirá el templo del Señor, se revestirá de majestad y se sentará a gobernar en su trono. También un sacerdote se sentará en su propio trono, y entre ambos habrá armonía”.


Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.


De hecho, Jesús ha sido estimado digno de mayor honor que Moisés, así como el constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma.


también vosotros sois como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegáis a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.


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