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1 Samuel 17:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

11 Al oír lo que decía el filisteo, Saúl y todos los israelitas se consternaron y tuvieron mucho miedo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Cuando Saúl y los israelitas lo escucharon, quedaron aterrados y profundamente perturbados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Cuando Saúl e Israel oyeron las palabras del filisteo, quedaron asustados y desmoralizados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Cuando Saúl y todos los de Israel oyeron las palabras del filisteo, se acobardaron y tuvieron mucho temor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del filisteo quedaron consternados y dominados por el pavor.

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1 Samuel 17:11
12 Referencias Cruzadas  

El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?


El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?


El malvado huye aunque nadie lo persiga; pero el justo vive confiado como un león.


»¿Quién te asustó, quién te metió miedo, que me has engañado? No te acordaste de mí, ni me tuviste en cuenta. ¿Será que no me temes porque guardé silencio tanto tiempo?


El Señor mismo marchará delante de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes».


Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».


Algunos hebreos incluso cruzaron el Jordán para huir al territorio de Gad, en Galaad. Saúl se había quedado en Guilgal, y todo el ejército que lo acompañaba temblaba de miedo.


Dijo además el filisteo: «¡Yo desafío hoy al ejército de Israel! ¡Elegid a un hombre que pelee conmigo!»


David era hijo de Isaí, un efrateo que vivía en Belén de Judá. En tiempos de Saúl, Isaí era ya de edad muy avanzada, y tenía ocho hijos.


Por lo tanto, fingió perder la razón y, en público, comenzó a portarse como un loco, haciendo garabatos en las puertas y dejando que la saliva le corriera por la barba.


Cuando los filisteos se enteraron de que los israelitas se habían reunido en Mizpa, los jefes filisteos marcharon contra Israel. Al darse cuenta de esto, los israelitas tuvieron miedo de los filisteos


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