y que aquel que no lo haga sea arrojado a un horno encendido.
y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
Ese decreto también establece que quienes se rehúsen a obedecer serán arrojados dentro de un horno ardiente.
También dijiste que cualquiera que no se postrara en tierra ni la adorara, sería echado a un horno ardiente.
y el que no se postre en adoración, sea arrojado dentro del horno de fuego abrasador.
y que el que no se postre y no la adore será arrojado a un horno de fuego ardiente.