Jehová mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca; sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; Nuestras hijas como piedras angulares, labradas como las de un palacio;
Guarda las ordenanzas de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que seas prosperado en todo lo que hicieres, y en todo lo que emprendieres;
por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, y por el Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones del cielo de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y de la matriz.
Bendito es el hombre que confía en Jehová, y cuya esperanza es Jehová.
Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto al río extiende sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Jehová te bendiga desde Sión, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
Sí, verás a los hijos de tus hijos, y la paz sobre Israel.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa,
para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Alaba a Jehová, oh Jerusalén; alaba a tu Dios, oh Sión.
Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti.
Porque yo derramaré agua sobre el que tiene sed, y ríos sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu linaje, y mi bendición sobre tus descendientes;
y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Instruye al niño en el camino en que debe andar; y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Jehová te bendiga, y te guarde:
Jehová Haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia:
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa,
para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
De cierto os digo que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y tomándolos en sus brazos, poniendo sus manos sobre ellos, los bendecía.
Jehová te bendiga, y te guarde:
Jehová Haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia:
Jehová alce su rostro sobre ti, y ponga en ti paz.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.
Cántico gradual Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
Porque comerás el trabajo de tus manos; bienaventurado serás, y te irá bien.
Tu esposa será como parra que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivos alrededor de tu mesa.
He aquí que así será bendito el hombre que teme a Jehová.
Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; y señorearás sobre muchas naciones, pero ellas no señorearán sobre ti.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán en tu corazón;
y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, y cuando andes por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes;
Si anduviereis en mis decretos, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra;
Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra dará su producto, y el árbol del campo dará su fruto;
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha venido su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
Pero Jesús, llamándolos, dijo: Dejad los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Aleluya Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Su simiente será poderosa en la tierra: La generación de los rectos será bendita.
Bienes y riquezas hay en su casa; y su justicia permanece para siempre.
Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni a su simiente mendigando pan.
En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su simiente es bendecida.
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis, porque de los tales es el reino del cielo.
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y con toda tu posesión adquiere entendimiento.
Es, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve.
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Jehová te guardará de todo mal: Él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.
Y será que, si oyeres diligentemente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, también Jehová tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra;
y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Como pastor apacentará su rebaño; con su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.
porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús,
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Y si vosotros sois de Cristo, entonces simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa.
Porque tú formaste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidable y maravillosamente me formaste. Maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y sus hijos tendrán lugar de refugio.
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual residió primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy seguro que en ti también.
Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sustenta; y el camino de los impíos trastorna.
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas Dios es la fortaleza de mi corazón, y mi porción para siempre.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual;
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios;