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Levítico 3:2 - Versión Biblia Libre

Pon tu mano en la cabeza de la ofrenda y mátala a la entrada del Tabernáculo de Reunión. Entonces los hijos de Aarón los sacerdotes rociarán la sangre por todos los lados del altar.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo de reunión; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pon tu mano sobre la cabeza del animal y mátalo a la entrada del tabernáculo. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, salpicarán la sangre por todos los lados del altar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará a la entrada de la Tienda de las Citas; y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre en el altar y en su derredor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Apoyará su mano sobre la cabeza de su víctima y la degollará a la entrada de la Tienda de Reunión. Los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán la sangre en derredor sobre el altar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará a la entrada de la tienda del encuentro. Los sacerdotes, los hijos de Aarón, derramarán la sangre alrededor del altar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo de la congregación; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar en derredor.

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Otras versiones



Levítico 3:2
23 Referencias Cruzadas  

Lleva el toro al frente del Tabernáculo de Reunión, y Aarón y sus hijos deben poner sus manos sobre su cabeza.


Luego mata el toro en presencia del Señor a la entrada del Tabernáculo de Reunión.


A continuación, que Aarón y sus hijos pongan sus manos en la cabeza de uno de los carneros.


Sacrifiquen el carnero, tomen su sangre y salpicaalrededor del altar.


Entonces haz que Aarón y sus hijos coloquen sus manos sobre la cabeza del otro carnero.


Todos nosotros nos hemos extraviado, como ovejas. Cada uno de nosotros ha seguido su propio camino, y el Señor permitió que toda nuestra culpa cayera sobre él.


Debes matarlo en el lado norte del altar en presencia del Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, deben tomar la sangre y rociarla en todos los lados del altar.


Cualquier israelita que mate un toro, un cordero o una cabra, ya sea dentro o fuera del campamento,


en lugar de llevarlo a la entrada del Tabernáculo de Reunión para presentarlo como ofrenda al Señor allí, esa persona será considerada culpable de asesinato ilegal. Han derramado sangre y deben ser expulsados de su pueblo.


De la ofrenda de paz debes traer una ofrenda de comida al Señor: toda la grasa que cubre las entrañas,


Pon tu mano en la cabeza de la ofrenda y mátala delante del Tabernáculo de Reunión. Entonces los hijos de Aarón los sacerdotes rociarán la sangre a todos los lados del altar.


Moisés trajo el segundo carnero, el carnero de la ordenación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre su cabeza.


Yo enviaré un espíritu de gracia y oración en la casa de David y sobe los habitantes de Jerusalén. Ellos mirarán al que han atravesado, y se lamentarán sobre él, como quien guarda luto por su único hijo, llorando amargamente por su romogénito.


“Pero no se te permitirá redimir al primogénito de un buey, una oveja o una cabra porque son sagrados. Esparcirás su sangre sobre el altar y quemarás su grasa como holocausto aceptado por el Señor.


Ustedes mataron al Autor de la vida, Aquél a quien Dios levantó de los muertos, y nosotros somos testigos de esto.


Dios preparó a su siervo y lo envió primero a ustedes, para bendecirlos al convertirlos de sus malos caminos”.


Dios hizo que Jesús, quien nunca pecó, experimentara las consecuencias del pecado para que nosotros pudiéramos tener un carácter recto, así como Dios es recto.