Cuando llegaron al otro lado, Elías le preguntó a Eliseo: “¿Qué puedo hacer por ti antes de ser llevado?” . “Por favor, dame una cantidad doble de tu espíritu”, respondió Eliseo.
Juan 3:34 - Versión Biblia Libre Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios no limita al Espíritu. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues él es enviado por Dios y habla las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin límites. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquel que Dios ha enviado habla las palabras de Dios, y Dios le da el Espíritu sin medida. La Biblia Textual 3a Edicion Pues el que Dios envió, habla las palabras de Dios, porque Dios no da el Espíritu por medida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios; pues no da el Espíritu con cicatería. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no le da el Espíritu por medida. |
Cuando llegaron al otro lado, Elías le preguntó a Eliseo: “¿Qué puedo hacer por ti antes de ser llevado?” . “Por favor, dame una cantidad doble de tu espíritu”, respondió Eliseo.
Tú amas lo que está bien y aborreces o malo. Por eso es que Dios, tu Dios, te ha puesto por encima de todos al ungirte con el aceite de la victoria.
Este es mi acuerdo con ellos, dice el Señor. Mi Espíritu, que está sobre ti, no te dejará, y mis palabras que te he dado para que las pronuncies estarán siempre en tus labios, en los de tus hijos y en los de tus descendientes, desde ahora hasta siempre, dice el Señor.
Esta es la parte de las ofrendas de alimentos entregadas al Señor que pertenece a Aarón y sus hijos desde el día en que fueron designados para servir al Señor como sacerdotes.
Entonces el Señor descendió y le habló. El Señor tomó algo del Espíritu que Moisés tenía y se lo dio. Ellos profetizaron, pero esto no volvió a suceder.
“Este es mi siervo a quien Yo he escogido, Mi siervo a quien amo, el cual me complace. Yo pondré mi Espíritu sobre él, Y él le dirá a los extranjeros lo que es correcto.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia al menesteroso. Me ha enviado para proclamar que los prisioneros serán puestos en libertad, los ciegos verán, los oprimidos serán liberados,
Nosotros todos hemos sido receptores de su generosidad, de un don gratuito tras otro.
“Pero yo les enviaré al Consolador de parte del Padre. Cuando él venga, les dará testimonio de mí. Él es el Espíritu de verdad que viene del Padre.
“Pero les digo la verdad: es mejor para ustedes que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendría a ustedes. Si yo me voy, lo enviaré a ustedes.
Dios no envió al Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvar al mundo por medio de él.
Así como el Padre tiene en sí mismo el poder de dar vida, así también le ha dado al Hijo el poder de dar vida.
“Pero ustedes están tratando de matarme ahora, porque les dije la verdad que yo escuché de Dios. Abraham nunca habría hecho eso.
Todo el que pertenece a Dios, escucha lo que Dios dice. La razón por la que ustedes no escuchan es porque ustedes no pertenecen a Dios”.
hasta el día en que fue llevado al cielo. Eso sucedió después de haberles dado instrucciones a sus apóstoles escogidos a través del Espíritu Santo.
Es la buena noticia sobre Jesús de Nazaret y cómo Dios lo ungió con el Espíritu Santo, con poder, y cómo anduvo por todas partes haciendo el bien, sanando a todos los que estaban bajo control del diablo, porque Dios estaba con él.
La ley del Espíritu de vida en Jesucristo me ha libertado de la ley del pecado y muerte.
Esta gracia me fue dada a mí, al menos importante de todos los cristianos, con el fin de compartir con los extranjeros el increíble valor de Cristo,
Pues la plenitud de la naturaleza divina de Dios habita en Cristo en forma humana,
Entonces me dijo: “¡Todo está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A todo el que tenga sed le daré gratuitamente agua de la fuente de agua de vida.
Y el ángel me mostró el río de agua de vida, limpio como el cristal, que brotaba desde el trono de Dios y del Cordero,