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Éxodo 9:3 - Versión Biblia Libre

te castigaré trayendo una plaga muy severa sobre tu ganado: en tus caballos, tus asnos, tus camellos, así como tus rebaños y manadas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

he aquí la mano de Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

la mano del Señor herirá a todos tus animales —caballos, burros, camellos, ganado, ovejas y cabras— con una plaga mortal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

volveré mi mano contra los animales de tus campos, de manera que habrá una mortandad tremenda de los caballos, de los burros, de los camellos, de las vacas y ovejas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

he aquí la mano de YHVH estará con una peste gravísima sobre tus ganados que están en el campo, sobre los caballos, los asnos, los camellos, la vacada y el ganado lanar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

he aquí la mano de Jehová será sobre tu ganado que está en el campo, sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacadas y sobre las ovejas: habrá una pestilencia gravísima:

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Otras versiones



Éxodo 9:3
9 Referencias Cruzadas  

Así que los egipcios le trajeron a José su ganado, y él les dio grano a cambio de sus caballos, ovejas, cabras, ganado y burros. Durante ese año, José les dio grano a cambio de su ganado.


¡Por favor, deja de golpearme! ¡Tu golpiza me ha acabado!


“El Dios de los hebreos vino a nosotros”, añadieron. “Por favor, permítenos hacer un viaje de tres días al desierto y ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. De lo contrario nos matará por enfermedad o por espada”.


Entoncesatacaré a Egipto, imponiéndoles fuertes castigos, y sacaré a mi pueblo, los israelitas, tribu por tribu.


“Este es un acto de Dios”, le dijeron los magos al Faraón. Pero el Faraón eligió ser obstinado y duro de corazón, y no quiso escuchar a Moisés y Aarón, como el Señor había predicho.


Les envié una plaga como lo hice en Egipto. Maté a sus hombres más jóvenes en batalla; tomé sus caballos e hice que soportaran la pestilencia de los cuerpos muertos en sus campos. Pero aún así no volvieron a mi, dice el Señor.


Mira, la mano del Señor está sobre ti y quedarás ciego. Y no verás el sol por un tiempo”. De inmediato, sobre él cayó neblina y oscuridad, y tuvo que encontrar a alguien que pudiera llevarlo de la mano.


pero no dejen de vigilarla. Si sube por el camino hacia su patria, hacia Bet-Semes, entonces es el Señor quien nos ha causado todo este terrible problema. Pero si no lo hace, entonces sabremos que no fue él quien nos castigó, sino que nos ocurrió por casualidad”.