Moisés extendió su bastón sobre Egipto, y durante todo ese día y noche el Señor envió un viento del este que soplaba sobre la tierra. Cuando llegó la mañana, el viento del Este había traído las langostas.
Éxodo 7:9 - Versión Biblia Libre “Cuando el Faraón te pregunte: ‘¿Por qué no haces un milagro, entonces?’ dile a Aarón: ‘Toma tu bastón y tíralo delante del Faraón’, y se convertirá en una serpiente”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra. Biblia Nueva Traducción Viviente «El faraón les dirá: “Muéstrenme un milagro”. Cuando lo haga, dile a Aarón: “Toma tu vara y arrójala al suelo delante del faraón, y la vara se convertirá en una serpiente”». Biblia Católica (Latinoamericana) tú dirás a Aarón que tome su bastón y lo lance delante de Faraón, y se cambiará en serpiente. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Faraón os hable diciendo: Haced vuestro prodigio, entonces dirás a Aarón: Toma tu vara y échala delante de Faraón. Se convertirá en serpiente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Si el Faraón os dice: 'Haced algún prodigio que os acredite', dirás a Aarón: 'Toma tu cayado, arrójalo ante el Faraón y que se transforme en serpiente''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad un milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, y se convertirá en serpiente. |
Moisés extendió su bastón sobre Egipto, y durante todo ese día y noche el Señor envió un viento del este que soplaba sobre la tierra. Cuando llegó la mañana, el viento del Este había traído las langostas.
Asegúrate de llevar tu bastón contigo para que puedas usarlo para hacer la señales”.
El Señor le preguntó: “¿Qué tienes en la mano?” “Un bastón”, respondió Moisés.
Moisés puso a su esposa e hijos sobre un asno y regresó a Egipto, llevando el bastón que Dios había usado para hacer milagros.
“Tíralo al suelo”, le dijo a Moisés. Así lo hizo Moisés. Se transformó en una serpiente y Moisés huía de ella.
Moisés levantó su bastón hacia el cielo, y el Señor envió truenos y granizo, e hizo caer rayos al suelo. Así es como el Señor hizo llover granizo sobre Egipto.
“Pide al Señor, tu Dios, una señal, ya sea tan profunda como donde está enterrada la gente o tan alta como el cielo”.
Dile que esto es lo que dice el Señor Dios: “Cuidado, porque te voy a condenar, Faraón rey de Egipto, gran monstruo que yace en tus ríos, que dice: ‘El Nilo me pertenece; yo mismo lo hice’.
“Las personas malvadas que no creen en Dios son las que buscan una señal milagrosa. A esas personas no se les dará ninguna señal sino la señal del profeta Jonás”, les dijo Jesús.
Pero si lo hago, deberían creerme por la evidencia de lo que he hecho. Así podrán ustedes entender que el Padre está en mí, y que yo estoy en el Padre”.
Los líderes judíos reaccionaron, preguntándole: “¿Qué derecho tienes para hacer esto? ¡Muéstranos una señal milagrosa para probarlo!”
“¿Qué milagro harás para que lo veamos y podamos creerte? ¿Qué puedes hacer?” le preguntaron.