La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Éxodo 4:11 - Versión Biblia Libre

“¿Quién le dio la boca a la gente?” le preguntó el Señor. “¿Quién hace a la gente sorda o muda, capaz de ver o ciega? Soy yo, el Señor, quien lo hace.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el Señor le preguntó: —¿Quién forma la boca de una persona? ¿Quién decide que una persona hable o no hable, que oiga o no oiga, que vea o no vea? ¿Acaso no soy yo, el Señor?

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Le respondió Yavé: '¿Quién ha dado la boca al hombre? ¿Quién hace que uno hable y otro no?'

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero YHVH le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo YHVH?

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yahveh le respondió: '¿Quién ha dado al hombre la boca, y quién hace al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿Acaso no soy yo, Yahveh?

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Jehová?

Ver Capítulo
Otras versiones



Éxodo 4:11
18 Referencias Cruzadas  

Necesitamos bajar allí y confundir su idioma para que no puedan entender lo que se dicen unos a otros”.


¿Acaso hay algo difícil para el Señor? Volveré el próximo año durante la primavera, tal como te lo dije, y para entonces Sara tendrá un hijo”.


El Señor devuelve la vista a los ciegos; levanta a los agobiados, y ama a los que hacen lo recto.


¡Abre mis labios para que pueda alabarte!


¿Creen que el creador del oído no puede oír? ¿Acaso creen que el creador de los ojos no puede ver?


El Señor nos dio orejas para oír y ojos para ver.


Harás ver a los ciegos, liberarás a los que están encerrados y sacarás de la cárcel a los que están en la oscuridad.


Me tocó la boca con él y me dijo: “¡Mira! Esto ha tocado tus labios, así que ahora tu culpa ha sido quitada y tu pecado ha sido perdonado”.


“¡Oh, no, Señor Dios!” respondí. “¡De verdad que no sé hablar en público porque todavía soy demasiado joven!”.


El Señor extendió su mano, me tocó la boca y me dijo “Mira, he puesto mis palabras en tu boca.


La noche anterior, antes de que llegara el mensajero, el Señor me había tocado para que pudiera volver a hablar. Esto fue antes de que el hombre viniera a verme por la mañana. Ya no estaba mudo; podía volver a hablar.


Cuando suena la trompeta en la ciudad, ¿no debería alarmarse el pueblo? Cuando el desastre llega a la ciudad, ¿no es por obra del Señor?


Los ciegos pueden ver, los paralíticos pueden caminar, los leprosos son sanados, los sordos pueden oír, los muertos han vuelto a vivir y los pobres escuchan la buena noticia.


Pero como no creíste lo que te dije, te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el momento indicado, cuando mis palabras se cumplan”.


E inmediatamente pudo hablar de nuevo, y comenzó a alabar a Dios.


Otros decían: “Estas no son las palabras de alguien que está endemoniado. Además, un demonio no puede devolver la vista a un ciego”.