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Apocalipsis 3:2 - Versión Biblia Libre

Despierta, y trata de revivir lo que queda y está a punto de morir. Pues yo he descubierto que desde la perspectiva de mi Dios, no has terminado lo que empezaste.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Despierta! Fortalece lo poco que te queda, porque hasta lo que queda está a punto de morir. Veo que tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Despiértate y reanima lo que todavía no ha muerto, pues tus obras me parecen muy mediocres a la luz de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sé vigilante, y consolida las otras cosas que estaban a punto de morir, porque no he hallado tus obras perfectas delante de mi° Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mantente alerta y reanima al resto que estaba a punto de morir, pues delante de mi Dios no he encontrado completas tus obras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

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Otras versiones



Apocalipsis 3:2
31 Referencias Cruzadas  

Cuando Salomón envejeció, sus esposas lo llevaron a seguir a otros dioses, y no se comprometió de todo corazón con el Señor como lo había hecho su padre David.


Abías cometió todos los pecados que su padre había cometido antes que él. No estaba totalmente dedicado al Señor su Dios como lo había estado su antepasado David.


E hizo lo que era correcto a los ojos del Señor, pero no con total compromiso.


Podría edificarlos con mi boca diciendo palabras; el movimiento de mis labios aliviaría su dolor.


¡Haz que las manos débiles se fortalezcan, y haz que las rodillas temblorosas se mantengan firmes!


Porque todos los vigilantes están ciegos. Ninguno de ellos sabe lo que pasa. Todos están callados; no saben ladrar. Se pasan el tiempo acostados, soñando, amando el sueño.


Voy a contarle a todo el mundo lo bueno que eres y las cosas que haces, pero no te van a ayudar.


Iré en busca de las perdidas, traeré a casa a las descarriadas, vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles. Sin embargo, destruiré a los que son gordos y fuertes. Porque hago lo correcto, me aseguraré de cuidarlos.


Pesado: has sido pesado en la balanza y has sido hallado falto de peso.


Porque yo pondré un pastor a cargo al que no le importarán los que estén muriendo, ni buscará a los perdidos, ni sanará a los heridos, ni alimentará a las ovejas sanas. Por el contrario, comerá la carne de las ovejas gordas. Incluso les arrancará las pezuñas.


Todo lo que hacen es con el fin de hacerse notar. Ellos se alistan grandes cajas de oraciones para usarlas y colocan largas borlas en sus vestidos.


Así que estén alerta, porque ustedes no saben el día ni la hora.


Todas las jovencitas se levantaron y cortaron la mecha de sus lámparas. Las jóvenes necias le dijeron a las jóvenes sabias:


Y se quedó un tiempo allí y luego fue de ciudad en ciudad por la región de Galacia y Frigia, animando a los creyentes.


En vez de eso, pon a Josué a cargo porque es él quien cruzará, guiando al pueblo y ayudándoles a apoderarse de la tierra que ves. Anímalo y apóyalo”.


¡Todo llegará a su fin! Así que piensen con claridad y manténganse vigilantes cuando oren.


Sean responsables, y estén vigilantes. El diablo, su enemigo, anda por ahí, como león rugiente, buscando a quién devorar.


(¡Estén atentos! Vendré como un ladrón. Benditos los que están vigilantes, y han alistado sus ropas para no tener que salir desnudos y ser avergonzados).


“Pero tengo algo contra ti: has descuidado tu primer amor.


“Escribe esto al ángel de la iglesia de Sardis: Esto es lo que dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas: Yo sé lo que has logrado, y que tienes la apariencia de estar vivo, pero en realidad estás muerto.


“Así que acuérdense de cómo recibieron este mensaje, y lo que escucharon. Observen lo que se les enseñó, y arrepiéntanse. Si no están alerta, vendré inesperadamente, como un ladrón, y no sabrán a qué hora vendré.