Y entonces dijeron: “Construyamos ahora una ciudad para nosotros mismos con una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Así lograremos tener una gran reputación y no andaremos dispersos por todo el mundo”.
2 Samuel 8:13 - Versión Biblia Libre David también se dio a conocer cuando regresó tras derrotar a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así ganó David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozó a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal. Biblia Nueva Traducción Viviente A raíz de esto, David se volvió muy famoso. Después de su regreso, aniquiló a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. Biblia Católica (Latinoamericana) David se hizo más célebre todavía cuando regresó después de haber vencido a los edomitas en el valle de la Sal: eran dieciocho mil. La Biblia Textual 3a Edicion David también ganó renombre para sí cuando regresó de derrotar a dieciocho mil sirios en el valle de la Sal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Adquirió así David gran renombre. A su regreso, derrotó a dieciocho mil idumeos en el valle de la Sal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David ganó fama cuando regresó de herir de los sirios a dieciocho mil hombres en el valle de la Sal. |
Y entonces dijeron: “Construyamos ahora una ciudad para nosotros mismos con una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Así lograremos tener una gran reputación y no andaremos dispersos por todo el mundo”.
He estado contigo dondequiera que has ido. He destruido a todos tus enemigos delante de ti, y haré que tu reputación sea tan grande como la de las personas más famosas de la tierra.
Anteriormente, cuando David estaba en Edom, Joab, el comandante del ejército israelita, había ido a enterrar a algunos de sus soldados que habían muerto, y había matado a todos los varones de Edom.
Amasías mató a diez mil edomitas en el Valle de la Sal. Atacó y capturó Sela y la rebautizó como Joktheel, que es como se llama hasta hoy.
Entonces Amasías condujo valientemente su ejército al Valle de la Sal, donde atacaron al ejército edomita de Seír y mataron a diez mil de ellos.
¡Tú, Dios, nos has rechazado! ¡Nos has quebrantado, te has enojado con nosotros; pero ahora nos recibes nuevamente!