Judá siempre sostendrá el cetro, y el bastón de la autoridad estará siempre a sus pies hasta que venga Siloé; las naciones le obedecerán.
2 Samuel 7:13 - Versión Biblia Libre Él será quien me construya una casa, y me aseguraré de que su reino dure para siempre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Biblia Nueva Traducción Viviente Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) El me construirá una casa y yo, por mi parte, afirmaré su trono real para siempre. La Biblia Textual 3a Edicion Él edificará casa a mi Nombre y Yo afirmaré el trono de su reino para siempre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él edificará una casa a mi nombre, y yo afirmaré el trono de su reino para siempre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. |
Judá siempre sostendrá el cetro, y el bastón de la autoridad estará siempre a sus pies hasta que venga Siloé; las naciones le obedecerán.
Has salvado al rey tantas veces, mostrando tu amor fiel a David, tu ungido, y a sus descendientes por siempre.
Señor Todopoderoso, Dios de Israel, tú me lo has revelado a mí, tu siervo, diciéndome: ‘Voy a construir una casa para ti’. Por eso tu siervo ha tenido el valor de hacerte esta oración.
Así que juro que, vive el Señor, que me afirmó como rey y me colocó en el trono de mi padre David, haciéndome cabeza de una dinastía como lo había prometido, Adonías será ejecutado hoy”.
Silo haces, el Señor cumplirá la promesa que me hizo cuando dijo: ‘Si tus descendientes viven bien delante mí, con fidelidad y con total compromiso, siempre tendrás a uno de ellos en el trono de Israel’.
Pero yo, el rey Salomón, seré bendecido y la dinastía de David se mantendrá a salvo en la presencia del Señor para siempre”.
“Así que pienso construir un Templo para honrar al Señor, mi Dios, como el Señor le dijo a mi padre David. Le dijo: ‘Tu hijo, al que pondré en tu trono para que te suceda, construirá el Templo para honrarme’.
“Sobre este Templo que estás construyendo: si sigues lo que te he dicho, cumpliendo mis requisitos y guardando mis mandamientos en lo que haces, cumpliré la promesa que le hice a tu padre David por medio de ti.
Ahora he construido para ti un Templo majestuoso, un lugar donde podrás vivir para siempre”.
diciendo: “Alabado sea el Señor, el Dios de Israel, que con su propio poder ha cumplido la promesa que hizo a mi padre David cuando dijo:
Pero no serás tú quien construya este Templo, sino tu hijo que te va a nacer: él construirá el Templo para honrarme’.
Levantó altares paganos en el Templo del Señor, justo donde el Señor había dicho: “Pondré mi nombre en Jerusalén para siempre”.
Tomó el poste del ídolo de Asera que había hecho y lo colocó en el Templo. Este era el lugar al que se refería el Señor cuando les dijo a David y a Salomón, su hijo: “En este Templo y en Jerusalén, que he elegido entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre.
Pero por amor a David, su siervo, el Señor no quiso destruir a Judá, ya que le había prometido que siempre habría un gobernante de su descendencia, como una lámpara para siempre.
Presta atención ahora, porque el Señor te ha elegido para construir una casa para el santuario. Sé fuerte y haz el trabajo’”.
Construyó altares en el Templo del Señor, sobre el cual el Señor había dicho: “Seré honrado en Jerusalén para siempre”.
“Así que ahora, Señor Dios de Israel, te ruego que cumplas la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: ‘Si tus descendientes se empeñan en seguir mi camino y en cumplir mi ley como tú lo has hecho, nunca faltará uno de ellos para sentarse en el trono de Israel’.
Siempre presta atención a los que hacen el bien, y los coloca en tronos con los reyes, honrándolos eternamente.
Que su renombre dure para siempre, tanto como el sol. Que todas las naciones Sean bendecidas a través de él, y que todas lo alaben.
He puesto mi mano sobre él para reafirmarlo; y lo he hecho fuerte con mi brazo poderoso.
Me aseguraré de que su linaje real dure para siempre; su dinastía continuará, y será tan extensa como los cielos.
Me aseguraré que tu linaje perdure por siempre; mantendré tu trono seguro a través de todas las generaciones”. Selah.
Esto es lo que dice el Señor: Te responderé en el momento oportuno; te ayudaré en el día de la salvación. Me ocuparé de ti, y te entregaré al pueblo como mi acuerdo con él, para restaurar la tierra y reasignar las partes que han sido abandonadas.
Porque nos nacerá un niño, se nos dará un hijo. Él llevará la responsabilidad de gobernar. Se llamará Consejero maravilloso, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de la paz.
Su gobierno y la paz que trae no conocen límites y nunca llegarán a su fin. Se sentará en el trono de David y gobernará su reino, haciéndolo seguro. Actuará con principios de justicia y bondad, desde el momento en que comience su gobierno y por toda la eternidad. El Señor Todopoderoso está decidido a que esto ocurra.
Esto es lo que dice el Señor: David tendrá siempre un descendiente que será rey de Israel,
“Vivirán en el país que le di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Vivirán allí con sus hijos y nietos para siempre, y mi siervo David será su príncipe para siempre.
“Durante el tiempo de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino eterno que nunca será destruido ni tomado por otros. Aplastará todos estos reinos, poniéndoles fin, y durará para siempre,
Y dile que esto es lo que dice el Señor: ¡Miren! El hombre que se llama La Rama crecerá de donde viene y construirá el Templo del Señor.
Él fue quien construyó el Templo del Señor y a él se le dará el honor de gobernar tanto desde el trono real, como desde el trono de sumo sacerdote, y habrá paz y comprensión en sus dos funciones.
También te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y los poderes de la muerte no la destruirán.
Pero Jesús es merecedor de mayor gloria que Moisés, del mismo modo que el constructor de una casa merece más crédito que la misma casa.
ustedes también se convierten en piedras vivas, edificadas en una casa espiritual. Ustedes son sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales y que Dios recibe con agrado por medio de Jesucristo.