La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Samuel 12:11 - Versión Biblia Libre

“Esto es lo que dice el Señor ahora: ‘Por lo que hiciste, voy a traer desastre sobre tu propia familia. Arrebataré a tus esposas ante tus propios ojos y se las daré a otro, y él se acostará con tus esposas a la vista de todos.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Esto dice el Señor: “Por lo que has hecho, haré que tu propia familia se rebele en tu contra. Ante tus propios ojos, daré tus mujeres a otro hombre, y él se acostará con ellas a la vista de todos.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Esto dice Yavé: Haré que te sobrevenga la desgracia desde tu propia casa; tomaré a tus mujeres ante tus propios ojos y se las daré a tu prójimo que se acostará con ellas a plena luz del sol.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Así dice YHVH: He aquí Yo hago levantar el mal contra ti desde tu propia casa. Tomaré tus mujeres delante de tus ojos y las daré a tu prójimo, y él se acostará con tus mujeres a vista de todos.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así habla Yahveh: he aquí que yo haré surgir el mal contra ti de tu propia casa, y tomaré tus mujeres ante tus mismos ojos para entregárselas a otro, que yacerá con ellas a la luz del sol.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así dice Jehová: He aquí yo levantaré sobre ti el mal de tu misma casa, y tomaré a tus esposas de delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus esposas a la vista de este sol.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Samuel 12:11
13 Referencias Cruzadas  

Entonces Absalón envió a sus cómplices de entre todas las tribus de Israel, diciendo: “Cuando oigan el sonido del cuerno de carnero, griten: ‘¡Absalón es rey en Hebrón!’”


David dijo a todos los funcionarios que estaban con él en Jerusalén: “¡Rápido! ¡Vayamos! De lo contrario, ¡no podremos alejarnos de Absalón! Debemos partir de inmediato, o pronto nos alcanzará, nos atacará y matará a la gente de la ciudad”.


Absalón trataba así a todos los israelitas que acudían al rey para que les hiciera justicia. De esta manera captó la lealtad de los hombres de Israel.


David dijo a Abisai y a todos sus oficiales: “Miren, si mi propio hijo está tratando de matarme, ¿por qué no va a quererlo aún más este Benjamíta? Déjenlo en paz; que me maldiga, porque el Señor se lo ha dicho.


que mi esposa sirva a otro, que otros hombres se acuesten con ella.


“Pero si el profeta es engañado para dar un mensaje, fui yo, el Señor, quien lo engañó para hacerlo. De todos modos, llegaré y destruiré a ese profeta de mi pueblo Israel.


No debe tener muchas esposas, para que no lo alejen de seguir al Señor. No debe tener grandes cantidades de plata y oro.


Te comprometerás a casarte con una mujer, pero otro hombre se acostará con ella. Construirás una casa pero no vivirás en ella. Plantarás un viñedo pero no te beneficiarás de ninguna cosecha.