La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Samuel 8:3 - Versión Biblia Libre

Sin embargo, sus hijos no siguieron su camino. Eran corruptos, ganaban dinero aceptando sobornos y pervertían la justicia.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero ellos no eran como su padre, porque codiciaban el dinero; aceptaban sobornos y pervertían la justicia.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero sus hijos no siguieron su ejemplo, se dejaron seducir por el dinero, y en vez de hacer justicia aceptaban cohechos.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero sus hijos no anduvieron en los caminos de él, sino que se inclinaron a la ganancia deshonesta, y recibieron soborno, y pervirtieron la justicia.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero los hijos no siguieron los caminos de su padre, sino que se inclinaron a la avaricia, aceptaban regalos y torcieron la justicia.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas sus hijos no anduvieron por sus caminos, antes se desviaron tras la avaricia, recibiendo cohecho y pervirtiendo el derecho.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Samuel 8:3
18 Referencias Cruzadas  

Entonces les decía: “Ojalá hubiera alguien que me nombrara juez del país. Entonces todos podrían venir a mí con su caso o su queja, y yo les haría justicia”.


Prestan su dinero sin cobrar intereses. No aceptan sobornos para testificar en contra de los inocentes. Los que actúan así jamás caerán.


y cuyas manos cargan sus planes malvados y sobornos.


Pero ahora debes elegir entre el pueblo hombres competentes, hombres que respeten a Dios y que sean dignos de confianza y no corruptos. Ponlos a cargo del pueblo como líderes de miles, cientos, cincuenta y decenas.


“No debes impedir que los pobres obtengan justicia en sus demandas.


“No aceptes sobornos, porque un soborno ciega a los que pueden ver y socava las pruebas de los honestos.


¿Y quién sabe si será sabio o insensato? Sin embargo, gobernará sobre todo lo que logré con mi sabiduría aquí en la tierra. ¡Eso es tan frustrante, tan difícil de entender!


Sus dirigentes son rebeldes, amigos de ladrones. A todos les gustan los sobornos y quieren recibir sobornos. No defienden los derechos de los huérfanos, y se niegan a ayudar a las viudas.


Los que viven correctamente y dicen la verdad, los que se niegan a beneficiarse de la extorsión y se niegan a aceptar sobornos, los que no escuchan las conspiraciones para matar a la gente, los que cierran los ojos antes que mirar el mal.


Sus líderes juzgan por soborno y sus sacerdotes predican según el precio pagado. Aún así se apoyan en el Señor y dicen: “¿Acaso no está el Señor aquí con nosotros? ¡Nada malo puede sucedernos!”


No perviertan la justicia ni muestren favoritismo. No aceptes un soborno, porque un soborno ciega a los sabios y tuerce las palabras de los verdaderos.


Debe abstenerse de emborracharse o ser violento, más bien debe ser manso y no debe buscar contienda o codiciar dinero.


Pues el deseo de ser ricos conduce a muchas clases de malos resultados. Algunos de los que anhelaban esto se han apartado de la verdad, y se han causado daño a sí mismos, experimentando gran dolor.


Ahora su rey es su líder. Yo soy viejo y canoso, y mis hijos están aquí con ustedes. Los he guiado desde que era un niño hasta hoy.


Yo elegiré para mí a un sacerdote digno de confianza que hará lo que realmente quiero, lo que tengo en mente. Me aseguraré de que él y sus descendientes sean dignos de confianza y que siempre sirvan a mi ungido.