La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 3:14 - Versión Biblia Libre

La razón por la que sabemos que hemos ido de la muerte a la vida es porque amamos a nuestros hermanos y hermanas en la fe. Porque el que no ama sigue muerto.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si amamos a nuestros hermanos creyentes, eso demuestra que hemos pasado de muerte a vida; pero el que no tiene amor sigue muerto.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida,° porque amamos a los hermanos; el que no ama,° permanece en la muerte.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama, permanece en la muerte.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 3:14
31 Referencias Cruzadas  

En cuanto a la gente santa que vive en la tierra, ellos son los únicos verdaderamente grandes, y los aprecio.


El que se desvía del camino del entendimiento termina con los muertos.


El rey les dirá: ‘en verdad les digo que todo lo que hicieron por uno de estos de menor importancia, lo hicieron por mi’.


porque este es mi hijo que estaba muerto, pero que ha regresado a la vida; estaba perdido, pero ahora ha sido encontrado’. Y comenzaron a celebrar.


¡Pero deberías estar feliz y celebrar! ¡Este es tu hermano que estaba muerto, pero ha vuelto a vivir; estaba perdido pero lo hemos encontrado!’”


porque ama a nuestro pueblo y construyó una sinagoga para nosotros”.


Si ustedes se aman los unos a los otros, demostrarán a todos que son mis discípulos”.


“Este es mi mandato: ámense unos a otros como yo los he amado a ustedes.


Este es mi mandato para ustedes: ámense los unos a los otros.


Les digo la verdad: aquellos que siguen lo que yo digo y creen en Aquél que me envió, tienen vida eterna. Ellos no serán condenados, sino que habrán pasado de la muerte a la vida.


Sabemos que cuando esta “tienda de campaña” terrenal en la que vivimos sea derribada, tenemos una casa preparada por Dios, no hecha por manos humanas. Es eterna, y está en el cielo.


Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,


Esa es la razón, pues he escuchado de su fe en el Señor Jesús y el amor que ustedes tienen por todos los cristianos,


En un tiempo ustedes estaban muertos en sus pecados y maldad,


incluso cuando estábamos muertos en nuestros pecados, nos ha resucitado junto a Cristo. ¡Creer en él los ha salvado!


Hemos oído de ustedes en Cristo Jesús y de su amor por todos los creyentes


Ciertamente no necesitamos escribirles y decirles que amen a los hermanos creyentes, porque Dios ya les enseña a amarse los unos a los otros,


¡Que siempre permanezca el amor que tienen unos por otros como hermanos y hermanas!


Ahora que se han consagrado a seguir la verdad, ámense unos a otros con sinceridad, como una verdadera familia.


Finalmente, tengan todos un mismo propósito. Sean amables y amorosos unos con otros. Sean compasivos y humildes.


a la reverencia, aprecio por los hermanos creyentes; y a este aprecio, amor.


Podemos estar seguros de que lo conocemos si seguimos sus mandamientos.


Y esto es lo que él manda: que debemos confiar en el nombre de su Hijo Jesucristo, y amarnos unos a otros, así como él nos mandó.


Nadie ha visto a Dios. Sin embargo, si nos amamos unos a otros, entonces Dios vive en nosotros, y su amor se cumple en nosotros.


Escribo para decirles a los que entre ustedes creen en el nombre del Hijo de Dios, para que puedan estar seguros que tienen la vida eterna.


¿Cómo sabemos que amamos a los hijos de Dios? Cuando amamos a Dios y seguimos sus mandamientos.