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Juan 2:16 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

A los vendedores de palomas les dijo: – ¡Quiten eso de ahí!, no conviertan la casa de mi Padre en casa de negocios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego se dirigió a los que vendían palomas y les dijo: «Saquen todas esas cosas de aquí. ¡Dejen de convertir la casa de mi Padre en un mercado!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

A los que vendían palomas les dijo: 'Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y dijo a los que vendían las palomas: ¡Quitad esto de aquí, y no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y a los que vendían palomas les dijo: 'Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado.

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Otras versiones



Juan 2:16
17 Referencias Cruzadas  

Jesús entró en el templo y expulsó a todos los que vendían y compraban allí, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas;


y les dijo: – Ha sido escrito: “Mi casa será llamada casa de oración”, “pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”.


Pero ellos no hicieron caso, uno se fue a su propio campo, otro a su negocio;


Y Jesús enseñaba a todos, diciendo: – ¿No está escrito que mi casa es casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la convirtieron en cueva de ladrones!.


Jesús les contestó: – ¿Por qué me estaban buscando? ¿ustedes no saben que es necesario que yo me ocupe con las cosas de mi Padre?


Mi Padre me las dio, y Él es mayor que todos ustedes, nadie puede robárselas de sus manos.


Entonces, Jesús hizo un látigo de cuero y echó a todos del templo, sacó a las ovejas y a los bueyes. Volcó las mesas de los cambistas y tiró al suelo sus monedas.


Jesús dijo: – No me toques, porque aún no he subido al Padre; pero anda donde mis hermanos y diles que subo a mi Padre, quien es padre de ustedes, y a mi Dios, quien es Dios de ustedes.


Pero Jesús les respondió: – Mi Padre trabaja incluso el sábado para hacer su obra, por eso yo también trabajo.


Jesús contestó: – Yo no tengo un demonio; más bien, yo siempre honro a mi Padre y ustedes me deshonran.


y constantes peleas por personas totalmente corruptas en sus mentes, que no tienen la verdad y han convertido la vida espiritual en un negocio.


Estos falsos predicadores y maestros comercializarán la enseñanza por motivo de avaricia, para estos la condenación no se tarda y la destrucción final está a la puerta.