Juan 15:5 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Yo soy la vid, ustedes son las ramas; el que está unido a mí, y yo a él, este produce frutos de calidad, pues separado de mí, es inútil. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. La Biblia Textual 3a Edicion Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy la vid, vosotros sois los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. |
pero sus raíces no tienen profundidad, por eso está expuesta a desaparecer, eso significa que la persona escuchó la palabra, pero viene el tiempo de persecución y aflicción a causa de la misma palabra y eso hace que ésta no se desarrolle en el corazón de la persona.
En verdad, en verdad les digo, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, va a dar muchos frutos.
Ustedes no me eligieron, más bien yo los elegí porque los amo sacrificialmente, y los empoderé para que vivan el amor sacrificial, con el objetivo de que produzcan frutos, y los frutos del amor permanezcan en ustedes y los hagan crecer, así, todo lo que pidan a mi Padre en mi nombre, Él probablemente se los concederá.
Entonces Jesús les decía a los judíos: – En verdad, en verdad les digo, no puede el Hijo hacer tales cosas por sí mismo, el Hijo hace lo que el Padre hace; porque el Hijo siempre ve lo que hace su Padre y hace lo mismo.
Si Jesús no hubiera venido de parte de Dios, no haría estas señales prodigiosas.
¡Solo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre bajo el cielo por el cual los seres humanos podamos ser salvados.
así también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.
Pero ahora son libres del pecado, están comprometidos con Dios, y viven el beneficio de la santificación que los conducirá a la vida eterna.
Así mismo, mis hermanos, ustedes murieron a la ley cuando se unieron al cuerpo de Cristo. Ahora pertenecen a otro, a Cristo, que fue resucitado de entre los muertos; con el objetivo de que produzcan frutos para Dios.
Esa copa de bendición que consagramos, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo? Ese pan que partimos, ¿no significa que entramos en comunión con el cuerpo de Cristo?
Así como el cuerpo es uno, pero tiene muchas partes, y todas esas partes forman un solo cuerpo. Lo mismo sucede con Cristo:
Todos ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es una parte de ese cuerpo.
Dios es quien da la semilla al que siembra para que la transformen en pan que los alimenta; de igual manera les dará a ustedes muchas semillas y hará que produzcan una abundante cosecha de justicia.
En cambio, el fruto del Espíritu es: amor sacrificial: alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe por identidad,
y que con la ayuda de Jesús, produzcan muchas obras de justicia, para la gloria y alabanza de Dios.
Porque todo lo puedo en Cristo, que me fortalece y me provee los recursos necesarios.
No les estoy diciendo todo esto para que me den más ofrendas, mi interés es que ustedes sean prosperados en todo como fruto de su generosidad.
con el propósito que se comporten como personas dignas, representando bien al Señor, a fin de agradarle en todo, que produzcan frutos reflejados en buenas conductas y sigan creciendo en el conocimiento pleno de Dios;
ha llegado a ustedes, como también a todo el mundo, y este mensaje del Evangelio está dando fruto y creciendo en ustedes desde el día que lo escucharon y conocieron plenamente la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo en la verdad;
Todo buen regalo y don perfecto viene de Dios, ya que Él es el Padre de la luz, en quien podemos confiar, pues Él es constante y no cambia su ánimo.
Acercándose íntimamente a Cristo, que es piedra viva desechada por los hombres, pero ante Dios, Cristo es la piedra escogida y la más hermosa.
Crezcan en la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y en el conocimiento íntimo de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; a Él sea la gloria, ahora y por toda la eternidad, amén.