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Juan 14:7 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Si me conocen íntimamente, también a mi Padre lo conocen; desde ahora ustedes conocen íntimamente a mi Padre y lo han visto.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Si ustedes realmente me conocieran, también sabrían quién es mi Padre. De ahora en adelante, ya lo conocen y lo han visto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si me conocen a mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Si habéis llegado a conocerme,° también a mi Padre conoceréis, y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si me hubierais conocido habríais conocido también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocéis y lo estáis viendo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

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Otras versiones



Juan 14:7
21 Referencias Cruzadas  

A los que estaban allí les dijo: – Todas estas cosas me fueron entregadas por mi Padre, y nadie conoce plenamente al Hijo, sino el Padre, tampoco nadie conoce plenamente al Padre, sino el Hijo, o alguien a quien el Hijo quiera revelarlo, para que le conozca.


Luego Jesús dijo a todos los presentes: – Todas estas cosas me fueron entregadas por mi Padre; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.


A Dios nadie lo ha visto jamás; es a través de Jesucristo que Dios se nos dio a conocer.


Si no hubiese hecho las obras que ningún otro ha hecho, entonces ellos no tendrían la conciencia de pecado; pero han visto todo lo que he hecho y aun así me odian a mí y a mi Padre;


Y harán todas estas cosas porque nunca conocieron íntimamente ni al Padre, ni a mí.


Para que todos sean uno, como Tú y yo somos uno, y que también ellos fundamenten su unidad en nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste.


Yo estoy unido a ellos, y Tú estás muy unido a mí, y esto da como resultado una unidad perfecta, con el objetivo de que el mundo conozca que Tú me enviaste y que los amaste sacrificialmente, al igual que a mí.


Di a conocer tu nombre a nuestros seguidores y lo seguiré haciendo, con el propósito de que el amor sacrificial con que Tú me amaste, ellos lo practiquen, y yo los seguiré amando sacrificialmente.


Esta es la vida eterna: que te conozcan íntimamente, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien enviaste.


Revelé tu nombre a las personas del mundo que me diste, eran tuyas y me las entregaste, han guardado y practicado tu palabra.


todas las enseñanzas que me diste se las enseñé, las recibieron y conocieron que verdaderamente procedo de Ti y creyeron que me enviaste.


No es que alguien haya visto al Padre, sino el que vino de parte de Dios, este sí ha visto y experimentado al Padre.


Los fariseos le preguntaron: – ¿Dónde está tu Padre? Jesús contestó: – Ustedes no me conocen, tampoco conocen a mi Padre; si ustedes me conocieran, también conocerían a mi Padre.


El mismo Dios que dijo: “Que brille la luz en la oscuridad”, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo.


El Hijo refleja perfecta y constantemente la brillante belleza de la gloria, la esencia de lo que Dios es, la evidencia de la realidad sustancial de Dios, y sustenta todas las cosas con su poderosa palabra. Después de haber hecho la purificación de los pecados, tomó su lugar de honor y se sentó a la derecha de la majestad de Dios en los altos cielos.


Les escribo a ustedes, oh queridos padres, porque han conocido al que nunca tuvo principio, es decir, a nuestro Señor Jesucristo. Les escribo a ustedes jóvenes, porque han vencido todo tipo de maldad.