2 Corintios 4:6 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia6 El mismo Dios que dijo: “Que brille la luz en la oscuridad”, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19606 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente6 Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo. Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)6 El mismo Dios que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, es el que se hizo luz en nuestros corazones, para que se irradie la gloria de Dios tal como brilla en el rostro de Cristo. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion6 Porque el Dios que dijo: Resplandezca luz° en las tinieblas, es el que resplandeció° en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz del Mesías. Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19756 Porque Dios que dijo: 'De entre las tinieblas brille la luz', Él es quien hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo. Ver CapítuloBiblia Reina Valera Gómez (2023)6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Ver Capítulo |
El Hijo refleja perfecta y constantemente la brillante belleza de la gloria, la esencia de lo que Dios es, la evidencia de la realidad sustancial de Dios, y sustenta todas las cosas con su poderosa palabra. Después de haber hecho la purificación de los pecados, tomó su lugar de honor y se sentó a la derecha de la majestad de Dios en los altos cielos.
A los cuales se les manifestaron todas estas cosas, pero no para ellos sino para ustedes. Ellos solamente profetizaron en su tiempo lo que ustedes iban a vivir y estas cosas han sido anunciadas a través de la predicación del Evangelio, que es garantizada por el Espíritu Santo enviado desde el cielo y los mismos ángeles anhelaban profundamente ser parte de esta historia de salvación.