Pero aun en las tinieblas no puedo ocultarme de ti; para ti la noche es tan brillante como el día. Para ti son lo mismo las tinieblas que la luz.
1 Juan 1:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Este es el mensaje que Dios nos ha dado para ustedes: Dios es luz y en él no hay tinieblas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Biblia Nueva Traducción Viviente Este es el mensaje que oímos de Jesús y que ahora les declaramos a ustedes: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Este es el mensaje que hemos recibido de él y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay tinieblas. La Biblia Textual 3a Edicion Éste es el mensaje que hemos oído de Él y os anunciamos: Dios es luz, y en Él no hay ninguna tiniebla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste es el mensaje que de él hemos oído y os anunciamos: que Dios es luz y que en él no hay tiniebla alguna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y este es el mensaje que oímos de Él, y os anunciamos; que Dios es luz, y en Él no hay ningunas tinieblas. |
Pero aun en las tinieblas no puedo ocultarme de ti; para ti la noche es tan brillante como el día. Para ti son lo mismo las tinieblas que la luz.
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme?
Porque el Señor es nuestra luz y nuestra protección. Él nos da gracia y gloria. Ningún bien se les negará a quienes hagan lo que es justo.
Nadie en Jerusalén necesitará más de sol ni de luna para que los iluminen, porque el Señor, el Dios de ustedes, será su luz perpetua; ¡él será su resplandor!
Él revela misterios profundos y sabe lo que se oculta en las sombras, aunque él mismo está rodeado de luz.
Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y ayudantes del templo para que le preguntaran a Juan quién era él. Esto es lo que Juan les respondió:
La luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, ya estaba por llegar a este mundo.
Jesús, una vez más le habló a la gente diciendo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, porque tendrá la luz de la vida.
Esto es lo que el Señor me enseñó, y que ya les transmití antes: La noche en que Judas lo traicionó, el Señor Jesús tomó pan
al único inmortal, el que habita en luz tan deslumbrante que ningún humano puede acercársele, y a quien nadie ha visto ni verá jamás. A él sea la honra y el poder para siempre. Amén.
De lo alto nos viene todo lo bueno y perfecto. Allí es donde está el Padre que creó todos los astros del cielo, y que no cambia como las sombras.
La ciudad no necesita que el sol ni la luna la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.
No existirá la noche y por lo tanto no se necesitarán lámparas ni sol, porque Dios, el Señor, los iluminará; y reinarán durante toda la eternidad.