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Juan 8:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

12 Jesús, una vez más le habló a la gente diciendo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, porque tendrá la luz de la vida.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Jesús les habló de nuevo diciendo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 De nuevo, pues, les habló Jesús, diciendo: Yo soy la luz del mundo.° El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no andará en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.

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Juan 8:12
31 Referencias Cruzadas  

No me hizo morir. Continuaré viviendo en el mundo de la luz”.


Has encendido mi lámpara. Has convertido mis tinieblas en luz.


al fin muere como todos los demás y no vuelve a ver la luz del día.


La luz resplandece sobre los justos y la alegría sobre los que hacen lo recto.


«Te he llamado para que realices una obra más grande que la de restaurar a Israel y que hagas volver a los sobrevivientes de mi pueblo. ¡Yo te convertiré en luz de las naciones del mundo para que también a ellas les lleves mi salvación!».


¿Quién entre ustedes teme al Señor y obedece a su siervo? Si alguno de ustedes anduviere en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíe en el Señor, pónganse en las manos de su Dios.


El pueblo que anda en tinieblas verá una gran luz, una luz que iluminará a todos los que moran en la tierra de amenaza de muerte.


¡No nos cansemos de ir en busca del Señor! Si lo hacemos, podemos estar seguros de que él vendrá a nuestro encuentro. Eso es tan seguro como el hecho de que el sol alumbra cada día. Eso será así, tan seguro como el hecho de que la lluvia cae en el tiempo oportuno y riega la tierra».


»Pero para ustedes que respetan mi fama, se levantará el Sol de Justicia trayendo en sus rayos la salvación. Entonces serán libres y saltarán con gozo, como los terneros que son sacados del establo.


»Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede esconderse.


es la luz que alumbrará a las naciones y la gloria de tu pueblo Israel».


Jesús les dijo: ―Ustedes van a tener la luz un poco más de tiempo. Caminen mientras tienen la luz, antes que los sorprenda la oscuridad; porque el que camina en la oscuridad no sabe a dónde va.


Mientras tienen la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz. Después de decir esto, Jesús se fue y se escondió de ellos.


Yo soy la luz que ha venido al mundo, para que todo el que crea en mí no viva en la oscuridad.


Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.


En esto consiste la condenación: en que la luz vino al mundo y la gente prefirió las tinieblas a la luz, pues las cosas que hacía eran malas.


Si alguien se decide a hacer la voluntad de Dios, reconocerá si mis enseñanzas provienen de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.


Mientras yo estoy en el mundo, soy la luz del mundo.


Después de todo, el Señor nos lo ha ordenado: »“Te he convertido en luz que ilumina a los gentiles y, por lo tanto, les has de llevar la salvación hasta lo más recóndito del mundo”».


que el Cristo sufriría y que sería el primero en resucitar. De esta manera, anunciaría la luz a los judíos y a los que no lo son».


Estos individuos son como manantiales secos; son inestables como nubes de vendaval. ¡Están condenados a vivir en la más negra oscuridad!


Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó encadenados en prisiones de oscuridad hasta el día del juicio.


Por lo tanto, si afirmamos que somos amigos suyos y seguimos viviendo en las tinieblas, mentimos y no estamos poniendo en práctica la verdad.


Son como las olas del mar turbulento que arrojan a la playa la espuma de sus suciedades vergonzosas. Son como estrellas errantes a las que sólo les espera la más densa y eterna oscuridad.


Y a los ángeles que abandonaron el lugar de autoridad que Dios les había dado, ahora Dios los mantiene encadenados en prisiones de oscuridad en espera del gran día del juicio.


Su luz iluminará a las naciones de la tierra y los gobernantes del mundo le llevarán sus gloriosas riquezas.


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