Pero los discípulos dijeron: ―¿Dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para dar de comer a toda esta gente?
Mateo 6:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Biblia Nueva Traducción Viviente »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Biblia Católica (Latinoamericana) No anden tan preocupados ni digan: ¿tendremos alimentos?, o ¿qué beberemos?, o ¿tendremos ropas para vestirnos? La Biblia Textual 3a Edicion No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué seremos vestidos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os angustiéis, pues, diciendo: ¿qué vamos a comer, o qué vamos a beber, o con qué nos vamos a vestir? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, no os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? |
Pero los discípulos dijeron: ―¿Dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para dar de comer a toda esta gente?
Jesús le respondió: ―En las Escrituras dice: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, pensando en qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, pensando qué se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora a su vida?
―Marta, Marta —le contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,
»Pero, cuando los lleven a juicio ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no se preocupen de cómo van a defenderse o qué van a decir.
Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Por eso les digo: No se preocupen por su vida, pensando en qué comerán; ni por su cuerpo, pensando con qué se vestirán.
Así que, no se preocupen por lo que han de comer o beber; dejen de preocuparse.
No se preocupen por nada. Más bien, oren y pidan a Dios por todo. Presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Pongan en las manos de Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.