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Hechos 8:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Desde hacía ya un tiempo, vivía en esa ciudad un hombre llamado Simón. Él aparentaba ser alguien muy importante, y con trucos de hechicería asombraba a la gente de Samaria.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Un hombre llamado Simón, quien por muchos años había sido hechicero allí, asombraba a la gente de Samaria y decía ser alguien importante.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Había llegado a aquella ciudad antes que Felipe un hombre llamado Simón. Tenía muy impresionada a la gente de Samaría con sus artes mágicas y se hacía pasar por un gran personaje.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero cierto varón de nombre Simón, había estado practicando magia en la ciudad y asombraba a la gente de Samaria, haciéndose pasar por alguien importante.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ya de antes había en la ciudad un hombre llamado Simón, que ejercía la magia y tenía seducida a la gente de Samaría, asegurándoles que él era un personaje muy importante.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero había un hombre llamado Simón, el cual había ejercido la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande.

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Otras versiones



Hechos 8:9
20 Referencias Cruzadas  

El que habla por cuenta propia busca su propia honra. En cambio, el que busca honrar al que lo envió es una persona sincera y sin maldad.


Recorrieron toda la isla hasta Pafos. Allí se encontraron con un hechicero, un falso profeta judío llamado Barjesús.


Pero Elimas, cuyo nombre significa «hechicero», se les oponía y procuraba apartar de la fe al gobernador.


Hace algún tiempo surgió Teudas, que se creía alguien muy importante, y se le unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos sus seguidores huyeron y allí se acabó todo.


Le prestaban atención porque por mucho tiempo los había tenido deslumbrados con sus artes mágicas.


Este hombre malvado luchará contra todo lo que pertenezca a Dios o contra todo aquel que lo adore. Se adueñará del templo de Dios y dirá que es Dios.


La gente estará llena de egoísmo y amará el dinero. Será gente que se cree importante, orgullosa y que ofende a Dios. Serán personas que no obedecerán a los padres, no darán gracias por nada ni respetarán a Dios.


Actuarán como si de verdad amaran a Dios, pero su conducta mostrará lo contrario. ¡Con esa gente ni te metas!


Hablan y enseñan con orgullo, aunque todo lo que dicen no tiene sentido. Invitan a la gente a participar de sus vicios y placeres sin control, y así engañan a los que recién se han alejado de los que viven en pecado.


Pero afuera se quedarán los malvados, los que practican la brujería, los que tienen relaciones sexuales prohibidas; los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.