Hechos 8:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Simón mismo creyó y, después de bautizarse, seguía a Felipe por todas partes. Estaba asombrado de los grandes milagros y maravillas que veía. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el mismo Simón creyó y fue bautizado. Comenzó a seguir a Felipe a todos los lugares adonde él iba y estaba asombrado por las señales y los grandes milagros que Felipe hacía. Biblia Católica (Latinoamericana) Incluso Simón creyó y se hizo bautizar. No se separaba de Felipe, y no salía de su asombro al ver las señales milagrosas y los prodigios que se realizaban. La Biblia Textual 3a Edicion y aun Simón mismo creyó, y habiendo sido bautizado, estaba apegado constantemente a Felipe; y se maravillaba al ver las señales milagrosas° y los grandes portentos que se hacían.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 También Simón creyó y, una vez bautizado, seguía a todas partes a Felipe y estaba atónito viendo las grandes señales y portentos que se realizaban. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció con Felipe, y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. |
Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.
Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Estos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba.
Pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Sí, y cosas aún más grandes que estas le mostrará, que los dejará a ustedes asombrados.
El siguiente sábado, casi toda la ciudad se congregó para oír la palabra del Señor.
Y lo reconocieron como el mismo hombre que acostumbraba pedir dinero sentado junto a la entrada llamada Hermosa. Entonces se llenaron de admiración y asombro por lo que le había sucedido.
No tienes arte ni parte en este ministerio, porque no eres honesto delante de Dios.