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Hechos 6:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

De manera que los Doce convocaron a todos los creyentes a una reunión. Dijeron: «Nosotros, los apóstoles, deberíamos ocupar nuestro tiempo en enseñar la palabra de Dios, y no en dirigir la distribución de alimento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los Doce reunieron la asamblea de los discípulos y les dijeron: 'No es correcto que nosotros descuidemos la Palabra de Dios por hacernos cargo de las mesas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así que los doce, habiendo convocado a la congregación de los discípulos, dijeron: No es bueno que nosotros dejemos° la palabra de Dios para servir a las mesas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Convocaron, pues, los Doce a la asamblea de los discípulos y les dijeron: 'No está bien que nosotros abandonemos la palabra de Dios para servir a las mesas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.

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Otras versiones



Hechos 6:2
10 Referencias Cruzadas  

¿Qué vamos a hacer? Sin duda se van a enterar de que has llegado.


Me parece tonto enviar un preso sin decir de qué se le acusa.


Pero Pedro y Juan respondieron: ―¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos!


En aquellos días, al aumentar la cantidad de los discípulos, se quejaron los que hablaban griego contra los que hablaban hebreo. Decían que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos.


Elijan de entre ustedes a siete hombres, para encargarles esta responsabilidad. Deben ser gente de confianza, llenos del Espíritu y de sabiduría.


Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones que no sean del ejército.