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Hechos 23:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Se produjo entonces un gran alboroto. Algunos de los maestros de la Ley que eran fariseos se pusieron de pie y dijeron: «Este hombre no ha hecho nada malo. Es probable que un espíritu o un ángel le haya hablado».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que hubo un gran alboroto. Algunos de los maestros de la ley religiosa que eran fariseos se levantaron de un salto y comenzaron a discutir enérgicamente. «Nosotros no encontramos nada malo en él —gritaban—. Tal vez algún espíritu o ángel le habló».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se armó, pues, un enorme griterío. Algunos maestros de la Ley que eran del partido de los fariseos se pusieron en Pie, afirmando: 'Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. Tal vez le haya hablado un espíritu o un ángel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Se produjo entonces un griterío enorme. Se levantaron algunos de los escribas de la secta de los fariseos y protestaban violentamente, diciendo: No hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le ha hablado° un espíritu o un ángel?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se alzó, pues, un griterío inmenso. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y declararon con firmeza: 'No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado un espíritu o un ángel?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se levantó un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no peleemos contra Dios.

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Otras versiones



Hechos 23:9
23 Referencias Cruzadas  

Cuando los maestros de la Ley que eran fariseos vieron con quién comía, les preguntaron a sus discípulos: ―¿Por qué Jesús come con cobradores de impuestos y con pecadores?


Por tercera vez les habló: ―Pero ¿qué crimen ha cometido este hombre? No encuentro que él sea culpable de nada que merezca la pena de muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré.


Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la gente: ―No encuentro que este hombre sea culpable de nada.


Pero los fariseos y los maestros de la Ley, que eran de un mismo grupo, criticaban a los discípulos de Jesús: ―¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y con pecadores?


La gente que estaba allí, y que oyó la voz, decía que había sido un trueno; otros decían que un ángel le había hablado.


Así que Dios les dio a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo. Y si así lo hizo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?».


»Sucedió que, a eso del mediodía, cuando me acercaba a Damasco, una intensa luz del cielo brilló de repente a mi alrededor.


Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.


Descubrí que lo acusaban de algunas cuestiones de su Ley. Pero no había contra él alguna acusación que mereciera la muerte o la cárcel.


Por un lado los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus. Por su parte, los fariseos sí creen en todo esto.


He llegado a la conclusión de que él no ha hecho nada que merezca la muerte. Pero, como él pidió que el césar lo juzgara, he decidido enviarlo a Roma.


Al retirarse, decían entre sí: ―Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte ni la cárcel.


Anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo,


Pero, si es de Dios, no podrán destruirlos, y ustedes se encontrarán luchando contra Dios». Se dejaron convencer por Gamaliel.


Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?


¿O vamos a provocar celos en el Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?