Cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por primera vez.
Hechos 20:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando terminó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos. Después de animarlos, se despidió y salió rumbo a Macedonia. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando se acabó el alboroto, Pablo mandó llamar a los creyentes y los alentó. Después se despidió y viajó a Macedonia. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando se calmó el tumulto, Pablo mandó llamar a sus discípulos para animarlos. Se despidió de ellos y se fue a Macedonia. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando cesó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos, y después de exhortarlos,° se despidió y salió para Macedonia; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una vez calmado el alboroto, Pablo hizo buscar a los discípulos, los exhortó, se despidió de ellos y emprendió viaje hacia a Macedonia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y después que cesó el alboroto, Pablo llamó a los discípulos, y abrazándoles, se despidió, y partió para ir a Macedonia. |
Cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por primera vez.
De allí fuimos a Filipos, que es una colonia romana y la ciudad principal de ese territorio de Macedonia. En esa ciudad nos quedamos varios días.
Durante la noche, Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos».
Después de todo lo ocurrido, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén. De camino, pasó por Macedonia y Acaya. Y decía a todos: «Después de estar en Jerusalén, tengo que visitar Roma».
Pablo bajó, se echó sobre el joven y lo abrazó. «¡No se alarmen! —les dijo—. ¡Está vivo!».
Recorrió aquellas regiones, alentando a los creyentes en muchas ocasiones. Después, por fin, llegó a Grecia
y se quedó ahí tres meses. Cuando estaba a punto de salir en barco para Siria, supo que los judíos estaban planeando hacer algo contra él. Por eso, decidió regresar por Macedonia.
Esas poderosas maravillas y milagros que he hecho las he logrado hacer gracias al poder del Espíritu de Dios. Comencé a anunciar la buena noticia de Cristo en Jerusalén, por todas partes, hasta la región de Iliria.
Salúdense unos a otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo les mandan saludos.
Todos los hermanos en la fe les mandan saludos. Salúdense unos a otros con un beso santo.
Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos.
Cuando llegamos a Macedonia, no tuvimos ningún descanso. Más bien, encontramos dificultades por todas partes. Nos vimos rodeados de problemas y luchando con el temor.
Al salir para Macedonia, te encargué que te quedaras en Éfeso. Allí hay unos que dicen ser maestros dando falsas enseñanzas, y te pedí que les ordenaras que dejen de hacerlo.