Entonces Jesús dijo: ―Yo vine a este mundo para hacer justicia: para que los ciegos vean, y los que ven se queden ciegos.
Hechos 13:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Ahora la mano del Señor está contra ti. Vas a quedarte ciego y por algún tiempo no podrás ver la luz del sol». Al instante cayeron sobre él sombra y oscuridad. Por eso, comenzó a buscar a tientas a alguien que lo llevara de la mano. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora mira, el Señor ha puesto su mano de castigo sobre ti, y quedarás ciego. No verás la luz del sol por un tiempo». Al instante, neblina y oscuridad cubrieron los ojos del hombre, y comenzó a andar a tientas, mientras suplicaba que alguien lo tomara de la mano y lo guiara. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues ahora la mano del Señor va a caer sobre ti, quedarás ciego y no verás la luz del sol por cierto tiempo. Al instante quedó envuelto en oscuridad y tinieblas, y daba vueltas buscando a alguien que lo llevase de la mano. La Biblia Textual 3a Edicion ¡He aquí la mano del Señor ahora contra ti, y estarás ciego, y no verás la luz del sol por un tiempo! Y al instante cayeron sobre él tinieblas y oscuridad; y daba vueltas buscando lazarillos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora mismo caerá sobre ti la mano del Señor y quedarás ciego, sin poder ver el sol por cierto tiempo'. Y al instante le sobrevinieron oscuridad y tinieblas y, tanteando, buscaba quien le llevara de la mano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, he aquí la mano del Señor es contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por un tiempo. Y al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quién le condujese de la mano. |
Entonces Jesús dijo: ―Yo vine a este mundo para hacer justicia: para que los ciegos vean, y los que ven se queden ciegos.
Ananías se fue. Cuando llegó a la casa, puso sus manos sobre Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús me ha enviado. Fue él quien se te apareció en el camino. Me envía para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo».
Hermanos en la fe, quiero que entiendan este misterio, para que no se vuelvan orgullosos. Una parte del pueblo de Israel no quiere creer, y así seguirá hasta que todos los no judíos que crean pasen a formar parte del pueblo de Dios.
Estos malvados son como una fuente sin agua, como niebla empujada por la tormenta. Para ellos Dios tiene reservado el castigo de una profunda oscuridad.