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Hechos 10:41 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

pero no a todos. Se apareció a nosotros, testigos previamente elegidos por Dios. Sí, a nosotros, los que comimos y bebimos con él después de su resurrección.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

no al público en general, sino a nosotros, a quienes Dios había elegido de antemano para que fuéramos sus testigos. Nosotros fuimos los que comimos y bebimos con él después de que se levantó de los muertos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

no por todo el pueblo, sino por los testigos que Dios había escogido de antemano, por nosotros, que comimos y bebimos con él después de que resucitó de entre los muertos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

no a todo el pueblo, sino a unos testigos designados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con Él después que resucitó de entre los muertos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

no a todo el pueblo, sino a los testigos señalados de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios antes había escogido, a nosotros que comimos y bebimos con Él después que resucitó de los muertos.

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Otras versiones



Hechos 10:41
15 Referencias Cruzadas  

Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.


Ustedes son testigos de estas cosas.


el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.


Dentro de poco, el mundo ya no me verá más, pero ustedes sí me verán. Y, porque yo vivo, también ustedes vivirán.


Judas (no el Iscariote) le dijo: ―Señor, ¿por qué estás dispuesto a mostrarte a nosotros y no al mundo?


No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes. Y les encargué que vayan y den mucho fruto, un fruto que permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.


Y también ustedes darán testimonio porque han estado conmigo desde el principio.


Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, e hizo lo mismo con el pescado.


Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: ―No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado:


Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Lo mataron, colgándolo de un madero,


Durante muchos días lo vieron los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén. Y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo.