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Hebreos 9:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote. Y lo hace solo una vez al año, con un recipiente lleno de la sangre de los animales sacrificados. Esta sangre la ofrece a Dios para pedir perdón por sus propios pecados y por los del pueblo; pecados cometidos sin darse cuenta.

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Biblia Reina Valera 1960

pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero solo el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo y lo hacía una sola vez al año; y siempre ofrecía sangre por sus propios pecados y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero en la segunda tan sólo entra el sumo sacerdote una sola vez al año, y nunca sin la sangre que va a ofrecer por sus extravíos y por los del pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero en la segunda, sólo el sumo sacerdote, una vez al año, no sin sangre, la cual ofrecía por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero en la segunda entra sólo el sumo sacerdote, una vez al año, no sin llevar sangre que ofrecer por sí mismo y por los pecados del pueblo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrecía por sí mismo, y por los pecados de ignorancia del pueblo.

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Hebreos 9:7
23 Referencias Cruzadas  

Tienen una mente que no los deja pensar con claridad. Además rechazan la vida que Dios ofrece, pues son ignorantes y tercos.


Pero esos sacrificios solo sirven para recordarnos nuestros pecados todos los años.


Confiamos en esa promesa como si fuera la firme y segura ancla de un barco. Así como el ancla mantiene al barco en un solo lugar, nosotros no abandonaremos nuestra fe. Es una fe que penetra hasta detrás de la cortina del lugar más santo del templo.


A diferencia de los otros sumos sacerdotes, él no tiene que ofrecer sacrificios día tras día, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo. Por el contrario, él ofreció su vida en sacrificio una sola vez y para siempre.


Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo.