Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea. Los que se esfuerzan logran aferrarse a él.
Hebreos 4:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Esforcémonos, pues, por disfrutar de ese descanso, para que nadie desobedezca al seguir el ejemplo de los que no creyeron. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso, pero si desobedecemos a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, caeremos. Biblia Católica (Latinoamericana) Esforcémonos, pues, para entrar en ese descanso, y que nadie merezca, por su falta de fe, el castigo de que hablamos. La Biblia Textual 3a Edicion Procuremos pues entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en el mismo ejemplo de desobediencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Esforcémonos, pues, por entrar en aquel descanso, para que nadie caiga en aquella misma rebeldía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Procuremos, pues, entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de incredulidad. |
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea. Los que se esfuerzan logran aferrarse a él.
»Entren por la puerta estrecha. Porque la puerta ancha y el camino espacioso conducen a la destrucción, y muchos entran por esa puerta y van por ese camino.
―Esfuércense por entrar por la puerta estrecha —contestó—, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán.
»Las enseñanzas de la Ley y de los Profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncia la buena noticia del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
No trabajen por la comida que pronto se acaba. Trabajen por la que permanece para vida eterna. Esa comida se la dará el Hijo del hombre, sobre quien Dios el Padre ha puesto su sello de aprobación.
Vivían siguiendo el ejemplo de la gente de este mundo. Hacían todo lo que les indicaba el diablo, que es el espíritu que gobierna con poder en el aire. Es él quien gobierna sobre los que no obedecen a Dios.
Que nadie los engañe con discursos tontos, porque por esas cosas castiga Dios a los que desobedecen.
Mis queridos hermanos en la fe, ustedes siempre han obedecido. Y, así como lo han hecho en mi presencia, háganlo mucho más ahora en mi ausencia. Por eso les pido que con todo respeto y amor a Dios vivan demostrando que son salvos.
Dicen conocer a Dios, pero sus acciones demuestran que no es cierto. Son gente despreciable, desobediente y no es capaz de hacer nada bueno.
En otro tiempo también nosotros éramos tontos y desobedientes. Fuimos engañados y nos hicimos esclavos de toda clase de malos deseos y placeres. Vivíamos haciendo el mal y llenos de envidia. Éramos gente odiosa y nos odiábamos unos a otros.
Hermanos en la fe, cuídense de tener una mente que solo piensa en el pecado, que no cree y que los hace apartarse del Dios vivo.
¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su lugar de descanso? Pues a los que desobedecieron.
Sin embargo, todavía falta que algunos entren a disfrutar de ese descanso. Pero los primeros a quienes se les anunció la buena noticia no lo disfrutaron por causa de su desobediencia.
Pero deseamos que cada uno de ustedes siga mostrando hasta el final ese mismo esfuerzo. Así podrán ver completamente cumplida la promesa en la que han confiado.
Además, castigó a las ciudades de Sodoma y Gomorra. Las dejó en cenizas y las puso como advertencia para los malvados.