Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.
Hebreos 3:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) De hecho, Jesús ha sido considerado como digno de mayor honor que Moisés. Pues el constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno este, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jesús merece mucha más gloria que Moisés, así como el que construye una casa merece más elogio que la casa misma. Biblia Católica (Latinoamericana) En realidad Jesús aventaja en mucho a Moisés, pues no hay comparación entre una casa y el que la construye. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Aquél fue considerado digno de tanta más gloria que Moisés, por cuanto mayor honra que la Casa tiene el que la construyó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque él ha sido considerado tanto más digno de una gloria superior a la de Moisés cuanto mayor es el honor del constructor de una casa que la casa misma. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque de tanto mayor gloria que Moisés Éste es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la edificó. |
Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.
En efecto, nosotros somos ayudantes al servicio de Dios. Y ustedes son como un campo sembrado que pertenece a Dios. Ustedes son como un edificio construido por él.
La Ley que Dios le entregó a Moisés fue escrita en piedra, y esa Ley nos condena a morir, pues nadie puede obedecerla. Ahora bien, el momento de la entrega de esa Ley fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés. No podían mirarla porque su rostro brillaba intensamente a causa de la gloria de Dios. Pero ese brillo pronto iba a desaparecer.
Cristo es quien gobierna la iglesia. Él es el principio de todo, y fue el primero en resucitar, para ser en todo el primero.
Pero lo que sí vemos es que Jesús, quien fue hecho un poco inferior a los ángeles, ha sido coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte. Así, por el amor inmerecido de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos, aunque no lo merecemos.
Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.