Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todas las ofrendas quemadas y los sacrificios.
Hebreos 10:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pues es imposible que la sangre de los toros y de los chivos quite los pecados. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados. Biblia Católica (Latinoamericana) es que la sangre de los toros y de los chivos no tiene valor para quitar los pecados. La Biblia Textual 3a Edicion porque es imposible° que la sangre de toros y de machos cabríos pueda quitar pecados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 porque es imposible que sangre de toros y de machos cabríos borre pecados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. |
Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todas las ofrendas quemadas y los sacrificios.
Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Dios nos dio la Ley como una manera de mostrarnos todo lo bueno que pensaba darnos luego. No era eso lo que en verdad pensaba darnos. Es por eso por lo que la Ley nunca puede hacer perfectos a los que se acercan a Dios. Siguiendo la Ley, los sacerdotes ofrecían los mismos sacrificios sin cesar año tras año, pero no pudieron hacer a nadie perfecto.
Todo sacerdote celebra el culto día tras día. Una y otra vez ofrece los mismos sacrificios, los cuales nunca pueden quitar los pecados.
Primero dijo: «Sacrificios y ofrendas, ofrendas quemadas y sacrificios por el pecado no te gustaron ni fueron de tu agrado». Sin embargo, esto es lo que la Ley exigía que se ofreciera.
Esta es una enseñanza para nosotros hoy: las ofrendas y los sacrificios que allí se ofrecen no pueden hacer perfectos a ninguno de los que celebran ese culto.
Pero ustedes saben que Jesucristo vino para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.