El enviado de Dios comunica el mensaje de Dios, pues él mismo le da su Espíritu sin medida.
Gálatas 3:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Antes de que Dios nos aceptara por tener fe en Jesucristo, la Ley nos tenía presos. Estuvimos vigilados por la Ley hasta que esa fe se nos dio a conocer. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. Biblia Nueva Traducción Viviente Antes de que se nos abriera el camino de la fe en Cristo, estábamos vigilados por la ley. Nos mantuvo en custodia protectora, por así decirlo, hasta que fuera revelado el camino de la fe. Biblia Católica (Latinoamericana) Hasta que no llegaran los tiempos de la fe, la Ley nos guardaba bajo llave, a la espera de la fe que se iba a revelar. La Biblia Textual 3a Edicion Y antes que viniera la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que iba a ser revelada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Antes de que viniera la fe, estábamos encerrados bajo la custodia de la ley, en espera de la fe que había de revelarse. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser revelada. |
El enviado de Dios comunica el mensaje de Dios, pues él mismo le da su Espíritu sin medida.
En fin, Dios a todos nos declaró desobedientes, para tratar con compasión a todos.
Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley afecta a los que les fue entregada. Así nadie en el mundo dirá que es inocente, y todos serán declarados culpables delante de Dios.
Entonces, ¿cuál era el propósito de la Ley? La Ley nos fue dada luego de la promesa para que conociéramos nuestros pecados. Ese sería su propósito hasta que viniera aquel al cual se refiere la promesa. Dios le entregó la Ley a Moisés por medio de ángeles, para que él se la diera al pueblo.
Díganme ustedes, los que quieren ser aceptados por Dios obedeciendo la Ley: ¿Por qué no le prestan atención a lo que la Ley misma dice?
Pero, si los guía el Espíritu, entonces no están obligados a obedecer la Ley.
Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas. Pero, por la fe, las vieron y saludaron de lejos. Reconocieron que aquí en la tierra estaban de paso, como si fueran extranjeros y peregrinos.
Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.