Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y mucho sufrimiento”.
2 Pedro 2:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Estos malvados son como una fuente sin agua, como niebla empujada por la tormenta. Para ellos Dios tiene reservado el castigo de una profunda oscuridad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre. Biblia Nueva Traducción Viviente Estos individuos son tan inútiles como manantiales secos o como la neblina que es llevada por el viento. Están condenados a la más negra oscuridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán, que se convierten en densas tinieblas. La Biblia Textual 3a Edicion Éstos son fuentes sin agua, nubes impulsadas por la tormenta, para los cuales está reservada la negrura de las tinieblas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éstos tales son fuentes sin agua, niebla empujada por el huracán. Para ellos está reservada la oscuridad de las tinieblas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estos son fuentes sin agua y nubes empujadas por la tempestad; para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre. |
Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y mucho sufrimiento”.
Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y mucho sufrimiento”.
Pero a la gente del reino se le echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y mucho sufrimiento.
Así ya no seremos como niños, que cambian de opinión fácilmente y aceptan como verdad cualquier enseñanza. Pues los falsos maestros son astutos y usan métodos engañosos.
Ustedes no se acercaron a una montaña ardiendo en fuego, como lo hicieron los israelitas en el monte Sinaí. No se enfrentaron a la oscuridad, a las tinieblas ni a la tormenta.
Dios ni siquiera perdonó a los ángeles cuando pecaron. Al contrario, los arrojó al abismo, donde reina la oscuridad. Allí estarán encadenados hasta el día del juicio.
También hubo ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propio hogar. A estos, Dios los mantiene siempre encarcelados en la oscuridad, en espera del gran día del juicio.