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1 Corintios 14:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

guarden las mujeres silencio, pues no les está permitido hablar. Que muestren respeto, como lo establece la Ley.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Las mujeres deben guardar silencio durante las reuniones de la iglesia. No es apropiado que hablen. Deben ser sumisas, tal como dice la ley.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hagan como se hace en todas las Iglesias de los santos: que las mujeres estén calladas en las asambleas. No les corresponde tomar la palabra. Que estén sometidas, como lo dice también la Ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Las mujeres° callen en las congregaciones,° porque no les es permitido hablar,° sino estar sujetas, como también lo dice la ley.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

las mujeres callen en las asambleas, pues no les está permitido hablar, sino que se muestren sumisas, como manda la ley.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Vuestras mujeres callen en las iglesias; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

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Otras versiones



1 Corintios 14:34
15 Referencias Cruzadas  

Ustedes mismos pueden decidir sobre este asunto: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?


Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo tiene autoridad sobre todo hombre, mientras que el hombre tiene autoridad sobre la mujer y Dios tiene autoridad sobre Cristo.


En cambio, toda mujer que ora o comunica un mensaje de Dios con la cabeza descubierta le falta el respeto a su esposo; es como si estuviera rasurada.


En los libros de la Ley está escrito: «Le hablaré a este pueblo por medio de extranjeros, gente que habla en lengua extraña; pero ni aun así me escucharán», dice el Señor.


Si quieren saber algo, que se lo pregunten en casa a sus esposos; porque no está bien visto que una mujer hable en la iglesia.


En todo caso, cada uno de ustedes debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su esposo.


Esposas, obedezcan a sus esposos, pues así deben comportarse quienes creen en el Señor.


Que les enseñen a pensar bien las cosas, a ser santas, cuidadosas del hogar, bondadosas y obedientes de sus esposos. De esa manera nadie hablará mal del mensaje de Dios.