Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.
Lucas 9:47 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Como Jesús sabía bien lo que pensaban, tomó a un niño y lo puso a su lado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jesús conocía lo que ellos pensaban, así que trajo a un niño y lo puso a su lado. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús, que conocía sus pensamientos, tomó a un niño, lo puso a su lado La Biblia Textual 3a Edicion Pero Jesús, que conocía el razonamiento del corazón de ellos, tomó a un niño y lo puso junto a sí mismo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús, penetrando los pensamientos de su corazón, tomó a un niño, lo puso junto a sí Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño, y lo puso junto a sí, |
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.
«Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras».
Consciente de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron y él sanó a todos los enfermos,
Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: —¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos?
Ya podemos ver que sabes todas las cosas; ni siquiera necesitas que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que saliste de Dios.
no necesitaba que nadie le informara acerca de los demás, pues él conocía el interior del ser humano.
Por tercera vez Jesús preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?». Así que dijo: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. —Apacienta mis ovejas —dijo Jesús—.
Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar.
Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón y a cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus obras.