»Cuando en el país haya hambre, plaga, peste, langostas o saltamontes en los sembrados; cuando el enemigo sitie alguna de nuestras ciudades; en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad,
Lucas 7:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 En ese mismo momento Jesús sanó a muchos que tenían enfermedades, dolencias y espíritus malignos, además dio la vista a muchos ciegos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese preciso momento Jesús sanó a muchas personas de enfermedades, dolencias, y expulsó espíritus malignos y le devolvió la vista a muchos ciegos. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese momento Jesús curó a varias personas afligidas de enfermedades, de achaques y de espíritus malignos y devolvió la vista a algunos ciegos. La Biblia Textual 3a Edicion Y en aquella hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias, y de espíritus malignos, y concedió la vista° a muchos ciegos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista. |
»Cuando en el país haya hambre, plaga, peste, langostas o saltamontes en los sembrados; cuando el enemigo sitie alguna de nuestras ciudades; en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad,
»Si después de haber sido recubierta la casa el sacerdote la examina y el moho no se ha extendido, la declarará pura, porque la infección ha desaparecido.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas noticias del reino y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente.
Su fama se extendió por toda Siria y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba.
pues, como había sanado a muchos, todos los que sufrían dolencias se abalanzaban sobre él para tocarlo.
Al instante, cesó su hemorragia y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción.
—¡Hija, tu fe te ha sanado! —dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.
Cuando se acercaron a Jesús, ellos le dijeron: —Juan el Bautista nos ha enviado a preguntarte: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”.
porque el Señor disciplina a los que ama y azota a todo el que recibe como hijo».