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Lucas 7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Acabados todos sus discursos ante el pueblo, entró en Cafarnaún.

2 Un centurión tenía enfermo y a punto de morir un criado por el que sentía una gran estima.

3 Cuando oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera a salvar a su criado.

4 Al llegar éstos ante Jesús, le suplicaban con mucho interés, diciéndole: 'Merece de verdad que le hagas este favor:

5 porque ama a nuestro pueblo, y él nos ha edificado la sinagoga'.

6 Entonces Jesús se fue con ellos. Pero, cuando estaba ya cerca de la casa, el centurión le mandó unos amigos para decirle: 'Señor, no te molestes; porque yo no soy digno de que entres bajo mi techo;

7 por eso, tampoco yo me he considerado digno de presentarme ante ti. Pero dilo de palabra, y que mi criado se cure.

8 Porque también yo, aunque no soy más que un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes, y le digo a uno: 'Ve', y va; y a otro: 'Ven', y viene; y a mi criado: 'Haz esto', y lo hace'.

9 Cuando Jesús oyó estas palabras, quedó admirado de él; y vuelto hacia la multitud que le seguía, dijo: 'Os digo que ni en Israel encontré tanta fe'.

10 Cuando los enviados volvieron a la casa, encontraron al criado ya sano.

11 A continuación se fue a una ciudad llamada Naín; iban con él sus discípulos y una gran multitud.

12 Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, se encontró con que llevaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; la acompañaba un grupo numeroso de gente de la ciudad.

13 Al verla, el Señor sintió compasión de ella y le dijo: 'No llores más'.

14 Y llegándose al féretro, lo tocó. Los que lo llevaban, se pararon. Entonces dijo: '¡Joven! Yo te lo mando: levántate'.

15 El difunto se incorporó y comenzó a hablar; y Jesús se lo entregó a su madre.

16 Todos quedaron sobrecogidos de temor y glorificaban a Dios, diciendo: 'Un gran profeta ha surgido entre nosotros; Dios ha visitado a su pueblo'.

17 Y su fama se extendió por toda Judea y por toda la región cercana.

18 Los discípulos de Juan le llevaron la noticia de todas estas cosas. Entonces Juan llamó a dos de ellos

19 y los envió a preguntar al Señor: '¿Eres tú el que tiene que venir, o hemos de esperar a otro?'.

20 Llegándose a él aquellos hombres, le dijeron: 'Juan el Bautista nos ha enviado a ti para preguntarte: '¿Eres tú el que tiene que venir, o hemos de esperar a otro?''.

21 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista.

22 Y respondiendo, les dijo: 'Id a contar a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el evangelio a los pobres;

23 y bienaventurado aquel que en mí no encuentre ocasión de tropiezo'.

24 Cuando los enviados de Juan se fueron, comenzó él a hablar de Juan a la gente: '¿Qué salisteis a ver al desierto: una caña agitada por el viento?

25 Si no, ¿qué salisteis a ver: un hombre vestido con ropajes refinados? Bien sabéis que los que visten suntuosamente y viven con lujo habitan en los palacios reales.

26 Pues entonces, ¿qué salisteis a ver: a un profeta? Pues sí, ciertamente: y mucho más que a un profeta.

27 Éste es aquel de quien está escrito: He aquí que yo envío ante ti mi mensajero, que preparará tu camino delante de ti.

28 Yo os digo: entre los nacidos de mujer, no hay ninguno mayor que Juan. Con todo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él'.

29 Al oírlo, todo el pueblo, incluso los publicanos, reconocieron los designios de Dios y recibieron el bautismo de Juan.

30 Pero los fariseos y los doctores de la ley frustraron el plan de Dios respecto de ellos mismos por rechazar aquel bautismo.

31 '¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y a quién se parecen?

32 Se parecen a los niños sentados en la plaza y que gritan unos a otros aquello que dice: 'Os tocamos la flauta y no habéis bailado; entonamos lamentos y no habéis llorado'.

33 Porque ha llegado Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: '¡Está endemoniado!'.

34 Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y decís: 'Éste es hombre comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores'.

35 Pero la sabiduría fue reconocida por todas sus obras'.

36 Cierto fariseo le invitó a comer. Entró, pues, Jesús en la casa del fariseo y se puso a la mesa.

37 Y en esto, una mujer pecadora que había en la ciudad, al saber que él estaba comiendo en la casa del fariseo, llevó consigo un frasco de alabastro lleno de perfume,

38 y, poniéndose detrás de él, a sus pies, y llorando, comenzó a bañárselos con lágrimas y con sus propios cabellos se los iba secando; luego los besaba y los ungía con el perfume.

39 Viendo esto el fariseo que lo había invitado, se decía para sí: 'Si éste fuera [el] profeta, sabría quién y qué clase de mujer es ésta que le está tocando: ¡es una pecadora!'.

40 Entonces tomó Jesús la palabra y le dijo: 'Simón, tengo que decirte una cosa'. Y él contestó: 'Dime, Maestro'.

41 'Cierto prestamista tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios; y el otro, cincuenta.

42 Como no podían pagarle, a los dos les perdonó la deuda. ¿Cuál de ellos le estará más agradecido?'.

43 Simón le respondió: 'Supongo que aquel a quien más perdonó'. Entonces él le dijo: 'Bien has juzgado'.

44 Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: '¿Ves esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies; ella, en cambio, me los ha bañado con lágrimas y me los ha secado con sus cabellos.

45 No me diste el beso; ella, en cambio, desde que entré, no ha cesado de besarme los pies.

46 No me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha ungido mis pies con perfume.

47 Por lo cual, yo te lo digo, le quedan perdonados sus pecados, sus muchos pecados, porque ha amado mucho. Pero aquel a quien poco se le perdona, es que ama poco'.

48 Luego le dijo a ella: 'Perdonados te quedan tus pecados'.

49 Y comenzaron a decir entre sí los comensales: '¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?'.

50 Pero él dijo a la mujer: 'Tu fe te ha salvado; vete en paz'.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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