¿A quién hablaré? ¿A quién advertiré? ¿Quién podrá escucharme? Tienen tapados los oídos y no pueden comprender. La palabra del Señor los ofende; no se complacen en ella.
Lucas 14:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. El primero dijo: “Acabo de comprar un terreno y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Biblia Nueva Traducción Viviente pero todos comenzaron a poner excusas. Uno dijo: “Acabo de comprar un campo y debo ir a inspeccionarlo. Por favor, discúlpame”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero todos por igual comenzaron a disculparse. El primero dijo: 'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo; te ruego que me disculpes. La Biblia Textual 3a Edicion Pero todos por igual comenzaron a excusarse. El primero le dijo: Compré un campo y necesito salir° a verlo,° te ruego me disculpes.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero todos, sin excepción, comenzaron a excusarse. El primero le dijo: 'He comprado un campo, y necesariamente tengo que ir a verlo; te ruego que me disculpes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comenzaron todos a una a excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. |
¿A quién hablaré? ¿A quién advertiré? ¿Quién podrá escucharme? Tienen tapados los oídos y no pueden comprender. La palabra del Señor los ofende; no se complacen en ella.
A la hora del banquete mandó a su siervo a decirles a los invitados: “Vengan, porque ya todo está listo”.
Otro indicó: “Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes”.
Al verlo tan afligido, Jesús comentó: —¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran.
Yo mismo tengo motivos para tal confianza. Si cualquier otro cree tener motivos para confiar en esfuerzos humanos, yo más:
pues Demas, por amor a este mundo, me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Crescente se ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia.
y también de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un plato de comida vendió sus derechos de primogénito.