»También serán para mí los primogénitos de tus toros y de tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás.
Levítico 7:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 que dijera a los israelitas: «Ustedes no comerán grasa de ganado vacuno, ovino o cabrío. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis. Biblia Nueva Traducción Viviente «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: nunca deberás comer grasa, ya sea de ganado, de oveja o de cabra. Biblia Católica (Latinoamericana) Habla a los hijos de Israel y diles: No comerán sebo de buey, ni de cordero ni de cabra. La Biblia Textual 3a Edicion Habla a los hijos de Israel, y diles: No comeréis sebo de novillo, ni de cordero, ni de cabra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Habla a los israelitas y diles: no comeréis grasa de buey, de cordero o de cabra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey, ni de cordero, ni de cabra, comeréis. |
»También serán para mí los primogénitos de tus toros y de tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás.
El sacerdote derramará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma grato al Señor.
Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón, se arrepentirían y yo los sanaría”.
Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y libertinaje, ni en desacuerdos y envidias.
Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.
¿Dónde están los dioses que comieron la gordura de sus sacrificios y bebieron el vino de sus ofrendas líquidas? ¡Que se levanten a ayudarles! ¡Que les den abrigo!
¿Por qué, pues, tratan ustedes con tanto desprecio los sacrificios y las ofrendas que yo he ordenado traer a mi santuario? ¿Por qué honras a tus hijos más que a mí, y los engordas con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?”.