El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
Jueces 20:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 A su vez, los de la tribu de Benjamín se enteraron de que los israelitas habían subido a Mizpa. Entonces los israelitas dijeron al levita: —Cuéntanos cómo sucedió esta infamia. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo fue esta maldad. Biblia Nueva Traducción Viviente (Pronto llegó la noticia a la tierra de Benjamín de que las otras tribus habían subido a Mizpa). Entonces los israelitas preguntaron cómo había sucedido ese crimen tan terrible. Biblia Católica (Latinoamericana) Los hijos de Benjamín supieron que los israelitas habían subido a Mispá.
Los israelitas dijeron: '¡Cuéntennos cómo se cometió ese crimen!' La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Los hijos de Israel dijeron: Decid cómo fue hecha esa maldad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los benjaminitas se dieron cuenta de que los israelitas habían subido a Mispá. Los israelitas dijeron: 'Contadnos cómo ocurrió tal perversidad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo fue esta maldad. |
El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
»Si tu adversario te va a denunciar, llega a un acuerdo con él lo más pronto posible. Hazlo mientras vayan de camino al juzgado, no sea que te entregue al juez, el juez al guardia y te echen en la cárcel.
no dudes en matar a filo de espada a todos los habitantes de esa ciudad. Destrúyelos junto con todo lo que haya en ella, incluyendo el ganado.
Las tribus de Israel enviaron mensajeros por toda la tribu de Benjamín, diciendo: «¿Qué les parece este crimen que se cometió entre ustedes?
Los jefes de todo el pueblo, es decir, de todas las tribus de Israel, tomaron sus puestos en la asamblea del pueblo de Dios. Eran cuatrocientos mil soldados armados con espadas.
El levita, esposo de la mujer asesinada, respondió: —Mi concubina y yo llegamos a Guibeá de Benjamín para pasar la noche.