Juan 7:31 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Con todo, muchos de entre la multitud creyeron en él y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales que este hombre?». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que este hace? Biblia Nueva Traducción Viviente De las multitudes presentes en el templo, muchos creyeron en él. «Después de todo —decían—, ¿acaso esperan que el Mesías haga más señales milagrosas que las que hizo este hombre?». Biblia Católica (Latinoamericana) De todos modos, muchos del pueblo creyeron en él y decían: 'Cuando venga el Mesías, ¿hará más señales milagrosas que este hombre?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero muchos de la multitud creyeron en Él y decían: Cuando venga el Mesías, ¿hará acaso más señales que las que éste hizo?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entre el pueblo, hubo muchos que creyeron en él y que decían: 'Cuando llegue el Cristo, ¿acaso hará más señales de las que ha hecho éste?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y muchos del pueblo creyeron en Él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más milagros que los que Éste ha hecho? |
Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Estos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba.
Muchos de los judíos que habían ido a ver a María y que habían presenciado lo hecho por Jesús creyeron en él.
Sin embargo, muchos de ellos, incluso muchos de los jefes, creyeron en él, pero no lo confesaban porque temían que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.
Esta primera señal milagrosa la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Este fue de noche a visitar a Jesús. —Rabí —le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.
—Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?
Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: «Me ha dicho todo lo que he hecho».
Y mucha gente lo seguía porque veían las señales que hacía en los enfermos.
Ahí está, hablando abiertamente y nadie le dice nada. ¿Será que las autoridades se han convencido de que es el Cristo?
Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros objetaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales?». Y había desacuerdo entre ellos.
Simón mismo creyó y, después de bautizarse, seguía a Felipe por todas partes, asombrado de los grandes milagros y señales que veía.
Pues, como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.