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Juan 5:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entre ellos se encontraba un hombre que llevaba enfermo treinta y ocho años.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Uno de ellos era un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y estaba allí cierto hombre que llevaba treinta y ocho años en su enfermedad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Había un hombre allí que llevaba treinta y ocho años enfermo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

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Otras versiones



Juan 5:5
12 Referencias Cruzadas  

—¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? —le preguntó Jesús al padre. —Desde que era niño —contestó—.


Sin embargo, a esta mujer, que es hija de Abraham y a quien Satanás tenía atada durante dieciocho largos años, ¿no se le debía quitar esta cadena en sábado?


Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias, sin que nadie pudiera sanarla. Había gastado todo lo que tenía en médicos.


Después de esto Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: —Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.


Cuando Jesús lo vio tirado en el suelo y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: —¿Quieres quedar sano?


A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.


Lo que no sabemos es cómo ahora puede ver ni quién le abrió los ojos. Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo.


En Listra vivía un hombre lisiado de nacimiento que no podía mover las piernas y nunca había caminado. Estaba sentado,


Junto a la puerta llamada Hermosa había un hombre lisiado de nacimiento, al que todos los días dejaban allí para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.


pues el hombre que había sido milagrosamente sanado tenía más de cuarenta años.


Allí encontró a un paralítico llamado Eneas, que llevaba ocho años en cama.